El dirigente de Ryanair sería un digno contrincante de Pedro Sánchez de haberse dedicado a la política. Michael O'Leary orilla la misma línea del presidente en cuanto a osadía, facundia, falacia y trampería. A MO lo votan los millones de pasajeros que compran sus billetes “low cost” y a PS lo secundan cientos de miles de electores, propios y adheridos, que adquieren su programa de bajo coste, populista e incumplido (Michael O’Leary viaja a Madrid para mofarse del ministro Bustinduy).
El mandamás de Ryanair es sagaz y lenguaraz; innovador y trilero; “tory” y laborista; revolucionario y reaccionario. O sea, un tremendo aprovechado de la economía de libre mercado y de la libertad de expresión. El comandante en jefe de Moncloa y Ferraz, de su parte, es un abusón que hace lo que le viene en gana, retorciendo hasta la justicia, con tal de permanecer en el Teide de la política.
Dos cracks de la superchería, dos ególatras que se ponen el mundo por montera (no precisamente la de Morante). Y como el engaño les funciona, pues ahí están ambos dando la matraca. El uno, utilizando métodos excesivos para llamar la atención y el otro, pervirtiendo la sociedad con desestabilizadores acuerdos con los quieren a España rota y descompuesta.
O'Leary no llega al grado de felonía de Sánchez, pero también ha amedrentado ignominiosamente a la prensa, siempre tan olvidadiza. El piloto de Ryanair ridiculiza ahora al Gobierno de España con un ataque bufonesco a un ministro del que pocos sabían de su existencia. La diferencia descomunal con el piloto de España es que el irlandés juega con su dinero y este con el de sus ciudadanos. Émulos falsarios de Fofó.
Proporcionaron un pago de 360.000 euros en concepto de publicidad para dar a conocer el aeropuerto secundario español de Vigo, otros aeropuertos pagaron otras cantidades en forma de contrato para permanencia y vuelos durante 3 años.
En menos de un año ha retirado los aviones, sin previo aviso. No comprendo cómo siguen haciendo negocios con esta empresa de PAYASOS y PAYASO IRLANDES