El porqué de la turbulencia más brutal e inexplicable

De las frecuentes turbulencias que se registran y que padecen los aviones y sus pasajeros, la de Hawaiian Airlines, cerca de Honolulu (el pasado 18 de diciembre) fue de las más brutales, al punto de que el departamento de investigaciones de accidentes del Gobierno americano la está estudiando y ha emitido ya un informe preliminar (Más de 30 heridos, 11 de ellos graves, por las turbulencias en un vuelo).

El comandante del avión que iba desde Phoenix, en Arizona, a Honolulu, dijo a los investigadores que las condiciones para volar eran óptimas, con cielos claros y sin problemas de ningún tipo. Apenas quedaban cuarenta minutos para tomar tierra. Sin embargo, de pronto, una nube situada delante del avión estalló y ya no hubo posibilidad de cambiar el rumbo. Avisó a la tripulación de posibles turbulencias, pero ya estaban notando los sacudones. Todo ocurrió en menos de tres segundos.

Más de 30 de los 291 pasajeros resultaron heridos, algunos de gravedad. El avión, un A330, no tuvo problemas graves.

Jon Snook, que asumió la representación de la aerolínea en el incidente, explicó que el patrón de esta turbulencia fue inusual. Nada conocido en su compañía. El radar no mostraba riesgo de turbulencias. Volaban entre los 37 y 38 mil pies, por encima de una capa de nubes cirrostratos, que son finas y blancas. Entonces, inesperadamente, “justo delante del avión, una nube estalló verticalmente, como si fuera un chorro de humo”, dijo el piloto, sin ya poder hacer nada.

Más tarde, las investigaciones de las imágenes de satélite mostraron unas extrañas nubes muy poderosas, dirigiéndose hacia Hawaii, cerca de la ruta.

El informe final del incidente aún tardará en ser publicado.