Luis Gallego ha recomendado a los líderes empresariales "no obsesionarse" con los competidores sino con sus clientes. Además, aconseja flexibilidad "para afrontar los cambios" y humildad para delegar y colaborar.
Son las palabras del presidente de Iberia a los 800 asistentes al acto de clausura de la duodécima edición del "Curso 15x15: 15 días con 15 empresarios líderes", organizado por EDEM Escuela de Empresarios y celebrado en Valencia.
Esta "obsesión" por el cliente es el principal compromiso de Iberia en su Plan de Futuro, según ha señalado Luis Gallego, lo que ha tenido como resultado que el año pasado la compañía fuera "la aerolínea más puntual del mundo", según recoge Levante.
El plan quiso atajar la difícil situación, "lo urgente era detener la sangría de pérdidas y recuperar el equilibrio financiero. Pero después centrarnos en las necesidades del cliente, que lo que espera de nosotros es que le hagamos la vida más fácil".
Asegura el que fue directivo durante nueve años Air Nostrum (al igual que otros altos ejecutivos del grupo IAG), que el secreto de la recuperación de la compañía aérea no existe, reitera que la flexibilidad "cuando estábamos al borde del precipicio" para asumir que las "aerolíneas de bandera" habían desaparecido.
Para una gestión tan complicada, afirma Gallego que se necesitan empresarios "capaces de adaptarse a los cambios de la realidad económica y social". Apuesta por personas "bien formadas con ganas de comerse el mundo”.
En su ponencia ha destacado que Iberia ha afrontado con "flexibilidad" la "realidad cambiante" de los últimos años, en una "dura competencia" en el sector, y ha asegurado que la empresa ha conseguido recuperarse "con mucho trabajo, con diálogo y con humildad".
En este sentido ha resaltado que "la explosión del conocimiento y del desarrollo tecnológico es tal que individualmente no hay manera de abarcar ni siquiera una pequeña parte de lo que tenemos que conocer, y por tanto necesitamos a los demás para que nos ayuden a completar y a comprender la realidad", y ha expuesto la necesidad de delegar, colaborar y formar equipos.
Obvio, pero cuando eres un cabrero medio analfabeto metido a empresario del sector turístico y de la aviación lo normal es comportarse como un cerdo desleal al que el cliente final le importa un bledo y obsesionarse con la competencia como si fueran reatas de bueyes en lugar de aviones.... Y está claro que ni por asomo al cabrero medio analfabeto se le ha pasado por la cabeza que el propio empleado es su mejor cliente y por descontado, su mejor embajador..