El riesgo de colapso amenaza a El Prat

La temporada de verano se presenta desafiante para Barcelona-El Prat por la alta demanda esperada. Lleva seis meses consecutivos superando las cifras de pasajeros del año 2019, y todo apunta a un periodo estival en el que el aeropuerto rozará el límite de su capacidad (La ampliación de El Prat, clave para crecer a nivel intercontinental).

Según informa La Vanguardia, las aerolíneas han programado una media mensual de 5,8 millones de asientos en junio, julio y agosto. Además, las reservas aéreas y hoteleras avanzan con paso firme hacia un nuevo año récord.

Esto hace pensar que se podrían comenzar a haber síntomas de colapso desde este verano o en algunas fechas posteriores. Hasta el mes de abril, últimos datos disponibles, El Prat acumulaba 15,8 millones de pasajeros, un 12% más que en los cuatro primeros meses del año pasado (13,9).

Su capacidad anual está fijada en 55 millones, que ya se rozaron en 2019, y, de momento, si se siguen superando los datos mes a mes, todo apunta a que el 2024 se quedará muy cerca de dicho registro. Incluso fuentes de Aena reconocen estar llevando a cabo tareas de mejora “permanentes”, porque el aeropuerto “está registrando elevados datos de tráfico, y su capacidad es limitada”.

Desde el sector aéreo llaman a la calma. El presidente de ALA, Javier Gándara, confía en que “podremos operar con normalidad este verano”. No obstante, coincide en que El Prat “tiene un límite”, y avisa de que su crecimiento a largo plazo en número de vuelos y pasajeros está en peligro con las infraestructuras actuales.

Y mientras tanto, su ampliación sigue en “stand by”. Hasta la fecha, son numerosas las alternativas que se han puesto encima de la mesa, pero todas ellas se han tumbado por la afectación de la Ricarda y el Remolar (Difícil horizonte para El Prat tras las elecciones en Cataluña).

Curiosamente, la última corrió a cargo del exlíder de la Generalitat, Pére Aragonés, que propuso la construcción de una terminal satélite, así como un incremento de las operaciones que sobrevuelen las localidades de Gavà y Castelldefels, algo completamente inviable desde el punto de vista de Aena.