El sector aéreo italiano ataca la “evasión fiscal” de Ryanair

Esta misma semana, la low cost italiana Ryanair ha anunciado que se ha convertido en la primera aerolínea por número de pasajeros en Italia con 28 millones de viajeros transportados, sobrepasando a Alitalia, que en 2011 llevó a alrededor de 25 millones. Tras este anuncio, se ha encendido en el país transalpino la polémica sobre el pago de impuestos de la compañía presidida por Michael O’Leary.

El tema de la fiscalidad de Ryanair lleva tiempo siendo criticado en casi todos los países de la UE; en España son muchas las compañías y dirigentes que han censurado el ‘modus operandi’ de esta aerolínea al tacharlo como “competencia desleal”. Francia dio un paso adelante cambiando la ley laboral para no beneficiar a ninguna compañía, tras lo cual, la low cost irlandesa no cuenta ya con ninguna base en suelo galo. Un ejemplo que podrían aplicar otras naciones.

La mayoría de los trabajadores de Ryanair pagan sus impuestos en Irlanda, país con menor fiscalidad, a pesar de trabajar en otros países, pero se escuda en que es allí donde esta su sede social, organizativa y fiscal. En España cada vez hay más estamentos que denuncian estas prácticas (Copac, Sepla, tec.) y en Italia empiezan a mirar con lupa a la principal low cost europea.

El presidente de ENAC (Italian Civil Aviation Authority) ha pedido la intervención del gobierno italiano y europeo para que Ryanair no tenga ningún tratamiento de favor en este sentido y cumpla las leyes como el resto de compañías.

Otra postura crítica es la Assaero, la asociación italiana de transportistas y compañías aéreas, que puso en manos de la firma de abogados Pierallini & Associates una denuncia en la que pide la revisión del código de navegación para no beneficiar a esta compañía. Ahora, Assaero ha informado que una inspección fiscal realizada a Ryanair durante varios meses pone de manifiesto que la compañía no declaró ingresos por valor de hasta 350 millones de euros entre 2005 y 2009.

Esta asociación ha relanzado la iniciativa para un cambio en la regulación argumentando que ciertos transportistas extranjeros disfrutan de importantes ventajas en términos de ahorro de costes y de gestión al no instalar sucursales u oficinas de representación en otros países.

La iniciativa francesa, que es la que pone de ejemplo esta asociación italiana, define las bases aéreas en su país como “bases de operaciones (hub) estables", lo que conlleva que los contratos de los trabajadores se rijan por las leyes locales y no por las de Irlanda u otros países.

Las críticas a Ryanair de Enac y Assaero se unen a la denuncia del secretario general del sindicato nacional FILT-CGIL, Mauro Rossi, que ha solicitado al Instituto Nacional de la Seguridad Social y a la Hacienda italiana "salir del letargo" y que obligue a Ryanair a respetar la ley y a pagar todas las contribuciones fiscales.