El turismo tiembla por el ataque de Rusia a Ucrania

El estallido del conflicto bélico en Ucrania ya es una realidad y sus consecuencias en el turismo pueden ser devastadoras. El temor está presente en el conjunto del sector, ya que pone en jaque su ansiada reactivación en un momento en el que ya comenzaba a mirar con optimismo hacia la temporada primavera-verano. (El turismo, en alerta por el conflicto entre Rusia y Ucrania)

Todo hace entrever que la ofensiva de las tropas rusas a las regiones ucranianas despertará una oleada de temor y desconfianza en el continente europeo, cuya imagen podría verse muy deteriorada en mercados de larga distancia. Asimismo, afectaría directamente a destinos emisores clave para España en el norte de Europa.

De hecho, Ucrania ya ha dejado ver la gravedad del problema. Como publicó Preferente, han cerrado su espacio aéreo tras haber recibido varios ataques que ya han dejado las primeras víctimas mortales.

Esta tendencia de desconfianza ya se viene observando en las últimas semanas, con numerosas aerolíneas suspendiendo sus vuelos en Ucrania y destinos aledaños. Ukraine International Airways, SkyUp, British Airways, Lufthansa, KLM, Swiss, Brussels Airlines y Eurowings, entre otras, han visto afectada su operativa, con algunas que han decidido dejar de volar temporalmente en dicho espacio. (Huida masiva de aerolíneas de Ucrania por el posible conflicto bélico)

Recesión económica y miedo a viajar

En el mercado turístico español también se alertaba de las posibles consecuencias. El presidente de Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), Carlos Garrido, reconocía a Preferente que "sería un desastre, por la experiencia que ya hemos tenido con otras guerras". "Traería recesión económica, con consecuencias a corto y medio plazo en el mundo del turismo, y provocaría miedo a la hora de planificar viajes".

De igual manera, el presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), Jorge Marichal, explicaba que "la inestabilidad política no es un aliado de la movilidad de las personas, máxime cuando nuestros principales mercados emisores son limítrofes a la zona donde existe la amenaza de conflicto". "Todo esto influye en las economías y en los miedos".

Pero hay un tercero en discordia que cabe mencionar y que pondría patas arriba al turismo si decide intervenir: Estados Unidos. Firme opositor de este movimiento ruso, su presidente, Joe Biden, ha condenado los hechos y ha iniciado una serie de sanciones contra Rusia, cortando su financiación de Occidente. A priori, no se debería producir una intervención norteamericana en el conflicto, pero, de llegar, Putin amenaza de que tendría "consecuencias que nunca han visto".