El virus acaba con el único vuelo sólo primera clase a USA

El coronavirus ha acabado con la vida de decenas de A380, el avión de pasajeros más grande del mundo, con otros tantos Boeing 747 y con los pocos A340 que aún volaban. Pero la catástrofe es tal que también está arrasando con aviones pequeños como el A318, al menos con el más raro de los que podamos imaginar.

British Airways anunció ayer que definitivamente dejará de volar el servicio que operaba entre London City y Nueva York, en aviones A318, el más pequeño de Airbus, que sólo ofrecía unos cuarenta asientos en primera clase.

El vuelo era bastante especial: de Europa a América, el avión paraba en Shannon, Irlanda, donde los pasajeros tenían que bajar y pasar el control de pasaportes de salida de Gran Bretaña y de entrada a Estados Unidos, de manera que al llegar a Nueva York no son revisados.

El vuelo de vuelta, en cambio, no tiene paradas: Nueva York, city de Londres sin tocar tierra.

El vuelo tenía sus trucos. El fundamental es el aterrizaje en Londres. El aeropuerto de London City está encajonado en la ciudad, y el acceso a sus pistas es endemoniado, porque el espacio aéreo de la ciudad está muy ocupado. El descenso se tenía que llevar de forma muy brusca, que no todos los aviones podían lograr.

El vuelo de ida a América era el BA1, mientras que el de vuelta era el BA2. Antiguamente, los vuelos BA1 y BA2 se correspondían con los operados por el Concorde.