El vuelo más largo y más raro de Lufthansa: de Hamburgo a Malvinas

¿Qué se le ha perdido a la compañía aérea alemana en las islas Malvinas? 

Este primero de febrero, la compañía Lufthansa utilizará uno de sus A350-900, su último avión, para operar un vuelo charter insólito: desde Hamburgo, en Alemania, a Port Stanley –cuyo aeropuerto es Mount Pleasant--, en las islas Malvinas, Atlántico Sur. 15 horas volando para hacer 8.300 millas.

Los vuelos LH2574 y LH2575, de ida y vuelta, serán los más largos que nunca haya operado la compañía alemana. El avión, con 293 asientos, estará apenas ocupado por cien pasajeros en cada sentido. El vuelo de retorno no aterrizará en Hamburgo sino en Munich, un poco más al sur. 

El vuelo no tiene nada que ver con el turismo, pese a que en las Malvinas es pleno verano. Ni tampoco son alemanes que buscan escapar del coronavirus, dado que en Malvinas apenas ha habido dos docenas de casos en todo este tiempo. Ni tampoco tienen interés en conocer sus tres mil habitantes. 

El motivo del vuelo tiene que ver con otro territorio cercano a las Malvinas, la Antártida, donde los alemanes tienen una estación que se llama Neumayer III. Los científicos y auxiliares que trabajan en esta estación viajarán a Malvinas, en barco, para desde allí retornar a su casa sin escalas. Antes el trasbordo se hacía por Ciudad del Cabo, pero en Malvinas hay menos riesgo con el virus.

El viaje es muy complicado. Para empezar, los viajeros habrán de estar en cuarentena dos semanas en Alemania. De hecho, ahora mismo ya están encerrados. Y después serán transportados con las máximas medidas de seguridad para no estropear ni la vida en Malvinas ni tampoco en la estación de la Antártida.

Lufthansa acompaña a la tripulación normal un equipo de técnicos y personal de tierra para el aterrizaje y el mantenimiento in situ en las Islas Malvinas, dado que el aeropuerto no está preparado. A Malvinas sólo llega un vuelo semanal de Latam, procedente de Punta Arenas.