La crisis financiera de Ecuador está siendo tan grave que ha tenido cerrar su compañía aérea pública. De eso hace ya dos años. Pero también desde hace dos años cada poco aparece un empresario privado anunciando que crea su propia compañía para cubrir el hueco creado.
Esta semana, finalmente, con un aparente desfile de modelos –en la fotografía-- que en realidad era una presentación de las azafatas de la compañía, se presentó públicamente Equair, otra de las compañías.
Esta, si acaso, tiene una ventaja sobre los anuncios anteriores: tiene una fecha de inicio de operaciones, que será este 15 de diciembre, volando entre Quito, la capital; Guayaquil, la capital económica, y las Galápagos, su mayor atractivo turístico.
La presentación tuvo lugar en el Centro de Convenciones Metropolitano de Quito, ubicado en el Parque Bicentenario, en el norte de la capital. Allí acudieron todos, menos el presidente del país.
Equair tiene dos aviones 737-700. Extrañamente, la compañía explicó que tiene como socio estratégico a un fabricante de chocolates. También estaba presente el ministro de Turismo, Niels Olsen, quien se limitó a decir lo que se suele decir en estos casos (mejor oferta, más comunicaciones, etcétera).
La compañía aérea aún no tiene operativa una página web en la que poder comprar sus billetes. En estos momentos, la filial local de Avianca es la única aerolínea que cubre esta ruta. Antes también operaba la estatal TAME.
El ministro de Turismo, Niels Olsen, manifestó que mejorar la conectividad es una de las principales prioridades del Gobierno. El inicio de operaciones de la nueva aerolínea permitirá que el país tenga un mercado con más y mejor oferta, que beneficia a los pasajeros. Recordó que se eliminó el impuesto a la salida de divisas (ISD) que pagaban las compañías aéreas extranjeras, con lo cual se pudo firmar un acuerdo de cielos abiertos con Estados Unidos y otros países.
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