Toda Noruega está sorprendida: el Gobierno tiene que poner dinero para salvar Norwegian, la aerolínea privada low-cost, mientras que Jacob Schram, el director general saliente cobró millones de coronas noruegas en bonificaciones, supuestamente por los resultados conseguidos al frente de la compañía.
Según las bonificaciones secretas que se han conocido ahora, Schram y el director financiero de la compañía, que le reemplaza en el cargo, percibieron conjuntamente 22 millones de coronas, equivalentes a algo más de dos millones de euros.
La noticia fue desvelada por el periódico Dagens Næringsliv, y es el objeto principal de comentarios en el país, porque son cantidades desorbitadas incluso para una compañía que va bien.
El caso está en todos los medios porque reúne todos los elementos para provocar un escándalo: Schram no gestionó bien sino que logró que la compañía se declarara en quiebra, despidió miles de trabajadores en varios países (en Noruega la plantilla pasó de diez mil a seiscientos) y dejó de pagar millones de dólares en deudas a los acreedores. Nadie se salvó de la crisis de la compañía que pocos años antes había presumido de ser una de las mejores de Europa.
A favor de Schram los medios dicen que Norwegian ya se encontraba en crisis antes de su llegada. Pero el escándalo está presionando al gobierno y podría poner en riesgo todo el rescate, debido a la tremenda repercusión que tiene socialmente. Hay que recordar que Noruega es tan exigente en estas cuestiones éticas que WizzAir, que es reacia o contraria a tener sindicatos en su empresa, se vio obligada a abandonar el país no por orden del gobierno sino probablemente por el boicot de los ciudadanos.
Schram fue cesado fulminantemente el pasado 20 de junio, aunque seguirá trabajando en la compañía hasta el año que viene. Le reemplaza quien era el director financiero, Geir Karlsen, que es el otro protagonista de esta historia porque también tenía estas bonificaciones secretas.
Lars Boilesen, quien presidió el comité de remuneraciones de la junta, que pagó estos ‘bonus’, confirmó a los medios que Schram se había negado a reducir su indemnización en contra de los deseos de la junta de accionistas.
El escándalo ha llevado a la ministra de Comercio e Industria, Iselin Nybo, a exigir una explicación oficial, porque fueron prohibidas específicamente hasta el 26 de mayo como requisito para la ayuda financiera ofrecida por el gobierno. No pasó ni un mes para que se produjera el pago, entonces ya fuera del periodo de prohibición exigido por el gobierno, pero claramente burlando el espíritu de la medida.
Culpa del estado Noruego. Mantener artificialmente a ese bodrio de compañía . Bodrio por no cumplir las leyes básicas del comercio , precios reales para la sostenibilidad de la compañía y no para que que el “ mundo sea feliz , toermundo tiene derecho a todo incluido volar , paz y amor…..
Y ahí sigue , con respiración asistida para ni siquiera dar un producto cercano a su sostenibilidad futura.
La gente debería ir en bici. Solo los capitalistas como ese ... van en avión...
Que les corten la cabeza!!!
:-)))))