Dave Calhoun abandonará la presidencia y la dirección ejecutiva de Boeing a finales del año 2024. La compañía ha anunciado una profunda renovación de la cúpula directiva tras la crisis que vive el fabricante, agudizada por el incidente del Boeing 737 de Alaska (Boeing habla tras el incidente del 737 Max-9: “Nunca volverá a suceder”).
“Ha sido el mayor privilegio de mi vida servir a Boeing”, ha subrayado Calhoun en una carta a los empleados. “Los ojos del mundo están puestos en nosotros y sé que saldremos de este momento como una mejor empresa” (La ‘ideílla’ para salvar Boeing).
En los ocho meses que le quedan en el cargo, seguirá centrado en “completar el trabajo que hemos realizado juntos para devolver la estabilidad a nuestra empresa después de los extraordinarios desafíos del pasado”. Velará por “la seguridad y la calidad a la vanguardia de todo lo que hacemos”.
A su salida se suma la de otro importante ejecutivo, Stan Deal, responsable de la división de aviones comerciales, que será sustituido por Stephanie Pope.
De igual manera, el presidente de la junta directiva, Larry Kellner, ha informado que no tiene intención de presentarse a la reelección en la próxima reunión anual de accionistas. Steve Mollenkopf será su sucesor, liderando el proceso de reelección de un nuevo líder de cara al futuro.
Como es eso, anuncia su despedida pero “para final de año” bien haría Boeing en relegarlo de sus funciones o despedirlo directamente, en estos nueve meses puede hacer mucho daño a la empresa en forma de recopilar información “ top secret”
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