Apenas tocó tierra en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, se desató la alarma dentro del avión de JetBlue procedente de Barbados. Un pasajero gritó “fuego” e inmediatamente se desplegaron las salidas de emergencia, por las cuales salieron los 167 ocupantes. Cinco de ellos sufrieron algunas lesiones.
El piloto salió de la cabina con un extintor para apagar el fuego que se había originado en el cargador de un teléfono móvil.
Derek Dombrowski, portavoz de JetBlue, dijo a la prensa que el sábado, a última hora de la noche, el avión que realizaba el vuelo 662 procedente de Bridgetown, Barbados, tuvo que ser rápidamente evacuado minutos después de tomar tierra en Estados Unidos, debido a que se tuvo noticia de que una batería o un cargador de un dispositivo electrónico estaba funcionando mal. “La seguridad –añadió– es nuestra prioridad y ahora estamos investigando este incidente con las autoridades de la Aviación Civil”.
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