Ferrovial, tras Heathrow, abandona Aberdeen, Glasgow y Southampton

El Gobierno británico, en su momento, decidió vender lo que se llamaba la autoridad de los aeropuertos. Su comprador fue la española Ferrovial, a quien obviamente lo que más le interesaba era el aeropuerto de Heathrow, el primero de Europa y, lógicamente, de Gran Bretaña (Ferrovial se deshace de su 25% en el aeropuerto de Heathrow).

Ahora Ferrovial se ha desprendido de la última participación en Heathrow, que se había separado del grupo de aeropuertos con su propia sociedad.

El otro paquete de terminales comprado en su momento vivió diferentes situaciones. Algunos hubo que venderlos, como fue el caso de Edimburgo, porque la autoridad de Competencia no aceptó que la operadora propietaria tuviera dos aeropuertos en la misma zona (Glasgow). Otros, sin embargo, fueron quedando en la cartera de Ferrovial: no ganaban mucho, no perdían, no incordiaban. Y si se opera Heathrow, no hace mucha diferencia seguir con estos aeropuertos.

Eran Aberdeen, Glasgow y Southampton, entre los cuales el único realmente importante es el de Glasgow. Aberdeen tiene pocos vuelos y se especializa en las conexiones sobre todo con helicóptero a las bases petroleras en el mar del Norte; y Southampton era muy regional, con una pista incapaz de albergar un avión medio como el A320 o un B737, lo que limitaba su capacidad. Ahora, acaba de inaugurarse una ampliación que permite desde este verano que Easyjet vuele desde y hacia Southampton, lo que mejora su valor.

Pero es tarde: Ferrovial deja Gran Bretaña y ha puesto en venta su negocio de aviación en este país. Ya había vendido también una parte a un socio, Macquarie, que no se sabe qué va a hacer.

En todo caso, hay otro aeropuerto que se ha puesto en venta: Edimburgo. En su momento fue de Ferrovial, pero como competía con Glasgow se vendió a Global Infrastructure Partners, que ahora pone en venta la terminal de la capital de Escocia por 2.500 millones de euros.