Finnair ha cancelado unos 300 vuelos ante la convocatoria por parte de sus pilotos de huelgas para los días 9 y 13 de diciembre. Inicialmente más de 30 mil clientes se verán afectados.
La aerolínea acusa a los pilotos de convocar paros sin sentarse a negociar. Dice la compañía que lamenta la situación que se crea a los viajeros, para quienes ofrece las soluciones habituales: vuelos alternativos que, si no fueran de la conveniencia de los viajeros, permitirán también el reembolso del billete.
Finnair está ahora mismo recuperándose de su cambio traumático de modelo de negocio. Antes de 2023, consistía fundamentalmente en captar viajeros en toda Europa y llevarlos por el espacio aéreo siberiano al Extremo Oriente. Helsinki era, de esa manera, un hub para Finnair y también para sus asociadas (Cerrada por el este, Finnair se reinventa para sobrevivir).
Pero el cierre del espacio aéreo ruso ha sido especialmente dañino para su modelo porque si algún hub ha quedado en una mala posición ese ha sido Helsinki o cualquier otra ruta escandinava. Ahora sus aviones han de volar hasta Irán y desde allí ir al este, si es que Irán y esa región no tienen sus propios problemas. En el último año, Finnair aplicó un programa radical de austeridad y de reinvención de rutas que no le ha ido mal, de manera que los pilotos ahora piden su parte del pastel, una vez que en su momento aceptaron condiciones salariales muy limitadas.