Finnair mejora y consigue escapar de las pérdidas

El Covid la afectó, pero su gran desastre se fraguó hace poco más de un año, cuando Rusia invadió Ucrania. Como efecto inmediato, Occidente y Rusia se bloquearon sus espacios aéreos, lo que obligó a Finnair a perder su negocio central: las rutas a Extremo Oriente por encima de Siberia. El futuro pintaba fatal a partir de entonces (Recorte de salarios para salvar el futuro de Finnair).

Sin embargo, el precio del combustible al final no subió tanto como se esperaba y, sobre todo, la dirección se atrevió a aplicar cambios radicales en su modelo, lo cual ha dado mejores resultados de lo pensado.

Tanto es así que ahora la compañía espera tener resultados económicos iguales a los de 2019, antes de la pandemia (beneficios de más de 150 millones de euros), sobre una facturación total de 3.000 millones de euros, menos que en 2019, pero aceptable dadas las circunstancias.

De todas formas, la incertidumbre respecto del modelo de negocio de Finnair continúa ya que el precio del combustible sigue siendo alto y también porque no se vislumbra el fin del cierre del espacio aéreo ruso.

Finnair había anunciado que este año iba a ser mejor que el pasado porque, naturalmente, el fin del Covid se tenía que notar, pero que no iba a ganar como en 2019 ni, tampoco, tendría el mismo volumen de negocio. Pero, aplicadas medidas correctoras, diseñados otros planes de rutas, y gestionada la cuenta de resultados con más cuidado, la aerolínea va zafando la crisis, aunque su modelo siga en horas bajas.