En todo el mundo los aeropuertos han comenzado a cobrar tarifas desmesuradas a quienes lleven o recojan un pasajero, pero en Gran Bretaña las cosas tienen dimensiones alocadas, especialmente tras la última oleada de subidas de precios.
Siete de los aeropuertos más importantes han subido sus tarifas, que ya eran abusivas. El más caro es Stansted, que cobra 7 libras (unos 9 euros) por 15 minutos, lo cual no da derecho a aparcar sino sólo a pasar por delante del edificio terminal y recoger o dejar al viajero.
El tiempo que normalmente emplean los pasajeros es el necesario para abrir el maletero, descargar y marcharse. En España, Aena ha implementado las barreras, pero ofrece un tiempo razonable gratuito.
Aparte de Stansted, Mánchester cobra 5 libras por cinco minutos (unos seis euros). Algunos aeropuertos, como el de Leeds, permiten el aparcamiento gratuito, pero a una distancia interminable desde la terminal, a través de un descampado. De lo contrario hay que pagar.
En muchos casos, los aeropuertos emplean coches llenos de cámaras con las que fotografían a los infractores que paran en zonas de tránsito y les aplican multas que superan normalmente los 120 euros.
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