China aparece en escena en un delicado momento para Boeing, cuya reputación ha vuelto a caer en picado a raíz del incidente sufrido por un 737-9 Max nuevo de Alaska Airlines que perdió una puerta de emergencia en pleno vuelo (Un Boeing 737-9 Max nuevo pierde una puerta de emergencia en pleno vuelo).
El gigante asiático ha dado luz verde a la recepción por parte de China Southern Airlines del primer 737 Max que llega al país desde marzo de 2019. Es decir, acaba de poner fin a un veto de casi cinco años. Precisamente, el pasado mes de diciembre ocurrió lo mismo con un 787 Dreamliner.
La entrega de dichos aviones, que supone un espaldarazo para el fabricante estadounidense, viene también a mostrar la mejora de la relación comercial entre las dos economías más grandes del mundo, la cual saltó por los aires en marzo de 2018 a raíz de la decisión de Donald Trump de imponer aranceles de 50.000 millones de dólares a los productos chinos.
Cabe recordar que China fue el país más duro con Boeing tras los trágicos accidentes de dos 737Max que costaron la vida a cerca de 350 personas, sucedidos entre 20218 y 2019. El país prohibió a dicho modelo de avión operar en su territorio hasta enero de 2023, una medida que, aunque en su inicio fue coherente, con el paso del tiempo fue vista como una forma de presionar a Estados Unidos.
La duda que falta por resolver es si la entrega de estos dos aviones supone un punto de inflexión con Boeing y se reinicia la relación de antaño o bien representa solo una decisión aislada.
Diría que a COMAC le hace falta despedazar algunos aviones para copiarlos.
Mejor que copien otros
Copiar a Boeing que son una basura o a Airbus....