El buzo profesional Grahame Knott ha tardado toda una década en hallar el avión Hércules de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que se había perdido en el Canal de la Mancha en 1969. El hallazgo permitirá resolver las causas del extraño accidente, según informa la BBC.
Paul Meyer, un mecánico de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, con nociones básicas para pilotar el avión en cuestión, añoraba tanto su hogar que robó aquella aeronave y despegó de su base en Suffolk, al oeste de Inglaterra, para encontrarse con su esposa. Sin embargo, todavía se desconocen cuáles fueron las causas del accidente.
Casi 50 años después, no se sabe si Meyer perdió el control del avión debido al mal tiempo, la falta de experiencia del mecánico pilotando o si el avión fue derribado para evitar el riesgo de que cayera en una zona poblada.
Tras numerosas excursiones en alta mar, el mes de noviembre Grahame Knott encontró por fin el Hércules desaparecido el 23 de mayo de 1969. Knott, que admite estar obsesionado con esta historia, espera que los restos puedan resolver la incógnita del accidente.
Su plan es que se descienda durante el segundo trimestre del año, cuando sea primavera en Reino Unido y la visibilidad del agua haya mejorado, para grabar los restos desde todos los ángulos y crear una imagen en 3D con la intención de que los investigadores de accidentes aéreos estudien la aeronave.
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