El impacto negativo del 'Brexit' en la aviación está empezando a alterar a los principales grupos aéreos por la amenaza que ello supone. Por esto, IAG, de cuyo conglomerado también penden Aer Lingus, Iberia, Vueling y Level, está empezando a blindar su españolidad para alejarse de su componente inglés, ya que todas estas aerolíneas se podrían ver afectadas en caso de confirmar que IAG es británica, según informa este martes CincoDías.
A pesar de que Willie Walsh, consejero delegado de la aerolínea, espera el reconocimiento de que IAG es, efectivamente, española, con domicilio social en Madrid, junta de accionistas que se reúne en la capital, cuentas expresadas en euros, y la custodia en España de los registros de acciones tanto británicas como españolas, no faltan presiones para que la UE considere que las aerolíneas de IAG están bajo control británico para limitar su radio de acción y que, así, otros países como Francia o Alemania saquen partido a las fronteras aéreas con Reino Unido (IAG tendrá que pagar 120 millones por el decretazo fiscal de Montoro).
No obstante, las aerolíneas de IAG se hicieron acreedoras de certificados de operación aérea (AOC) años atrás en países como España, Francia, Irlanda y, por supuesto, Reino Unido. Aun así, el foco está en la nacionalidad del control de la compañía, aunque IAG no se ha cansado de afirmar que tiene claramente establecida la cuestión sobre su asentamiento en España en sus estatutos desde 2011.
Otras compañías han mostrado su opinión al respecto, como es el caso de O’Leary, director Ejecutivo de Ryanair, quién para mantener su flota de aviones deberá también demostrar a las autoridades europeas que la mayoría de sus inversores son ciudadanos de la UE, regla que, según O’Leary, se convierte en un verdadero desafío para todas las aerolíneas (Ryanair se cubre las espaldas ante un inminente Brexit). Asimismo, calificó días atrás al 'Brexit' de factor de riesgo y añadió que está dispuesto a deslocalizar aviones basados en Reino Unido, hacia España y Francia, si se confirma un 'Brexit duro'.
Easyjet tampoco dudó en cubrirse las espaldas ante un inminente ‘Brexit’ protegiendo el pasado verano sus derechos aéreos en Europa al obtener certificado de operador en Austria, permiso que se suma a los AOC suizo y británico que ya tenía en su poder (Los datos de sus clientes, nuevo reto de las aerolíneas).
Para Aena también es imprescindible que la UE quite tensión a las negociaciones con el ‘Brexit’ siendo el Reino Unido el principal país emisor y receptor de tráfico hacia o desde España.
Su primera intención fue el tradicional latrocinio sajón, pero cuando modificó su planteamiento y, en lugar de cerrarla después de saquearla, decidió explotar lo que quedaba de Iberia manteniendo una sede en España, la British Airways que ordena y manda en IAG se convirtió en la compañía importante británica mejor posicionada para capear las consecuencias del Brexit precisamente por poder elegir mantenerse en Londres o trasvasar peso a Madrid.
Ninguna otra compañía aérea británica lo tiene tan fácil.
Desde el momento mismo de la creación de IAG, la sede social de la empresa se radicó en Madrid. No ha sido una decisión posterior para librarse del Brexit (posibilidad que entonces ni estaba ni se la esperaba) ni tampoco una reconsideración de su idea de "cierre y saqueo". Pero bueno, está claro que los que comparten ideas proteccionistas con personajes como Trump no se van a apear del burro.