Iberia, necesitada de un líder fuerte para superar su tormenta perfecta

Iberia necesita que su nuevo presidente y CEO Javier Sánchez Prieto emule el fuerte liderazgo que caracterizó a Luis Gallego, que se plasmó en que en su etapa al frente de la aerolínea madrileña pasó de registrar 658 millones de pérdidas en 2012 a lucir 437 millones de beneficios en 2018.

Iberia afronta hoy su tormenta perfecta como la aerolínea junto a Air Europa más afectada en sus expectativas de los próximos dos años, como fruto del esperado desplome de la clase 'business', de los viajes de trabajo, de la larga distancia, y del hundimiento económico de Latinoamérica, además de la absorción de una rescatada aerolínea de Globalia.

Iberia, que como el resto de grandes aerolíneas occidentales acumula nueve meses sin apenas ingresos y habiendo disparado su endeudamiento, encara además un Brexit en el que Bruselas y el Gobierno español manifiestan puntos de vistas legales diferentes, teniendo la última palabra la Comisión Europea (Iberia: nueva era con Sánchez Prieto rechazando un rescate).

Iberia, asimismo, confronta también un primer trimestre del 2021 con pobre esperanza debido a la virulencia con la que está llegando la tercera ola del coronavirus por toda Europa, que augura que tras las fiestas navideñas los gobiernos endurecerán las restricciones de movilidad y sociabilidad (El legado de Gallego: de 658 millones de pérdidas a 437 millones de beneficios).

Iberia, en un entorno de rescates públicos generalizados a las principales aerolíneas tradicionales, requiere así de una personalidad vigorosa y convincente que exhiba un plan para liderar un nuevo encaje en el mercado aéreo y una adaptación a las regulaciones comunitarias, así como hacerse valer ante las presiones del Gobierno por condicionarles.

Los grandes proyectos aéreos que existen actualmente en España son en una notable parte resultado de los fuertes liderazgos de Luis Gallego (Iberia), Juan José Hidalgo (Air Europa), Álex Cruz (Vueling), Carlos Muñoz y Lázaro Ros (Volotea), Enrique Saiz (Wamos Air), y Carlos Bertomeu (Air Nostrum) (Luis Gallego se fortalece como el mayor líder de la aviación española).

La expansión de sus aerolíneas fue fruto de su capacidad de adaptarse al mercado y de acertar con su visión estratégica, a la vez que se ganaron la credibilidad que les confirieron los resultados y la lógica de sus planes, con lo que lograron imponerse a las adversidades para demostrar un espectacular salto entre cómo cogieron sus proyectos y dónde los dejaron.

El futuro de Iberia, por lo tanto, dependerá en gran medida de que el liderazgo que demuestre Javier Sánchez Prieto, tras cuatros años al frente de Vueling, esté a la altura del resto de grandes líderes de la aviación española contemporánea, quienes innovaron y formaron equipos de primera para triunfar desde la naturalidad y la autoconfianza (Iberia: Sánchez Prieto elige un equipo directivo continuista).