Incontables aerolíneas han acudido a las alquiladoras de aviones –bancos, al fin y al cabo—para venderles sus aviones y volverlos a alquilar inmediatamente. Es una manera desesperada de hacerse con liquidez en momentos críticos.
Icelandair, la aerolínea de Islandia, ha ido más lejos aún: ha vendido su sede y la ha realquilado. Desde ahora, ha de pagar un alquiler. Pero se ha llevado un dinero con el que podrá mantenerse viva un tiempo más.
Icelandair no iba bien. Icelandair desarrolló un modelo de negocio consistente en vuelos desde Europa a Reykjavik y desde allí, con cambio de avión, a ciudades de Norteamérica. El modelo no iba mal pero ha tenido mucha competencia. No obstante, Icelandair tuvo el problema adicional del Boeing 737Max, que la afectó severamente, aunque cobró una fuerte indemnización del fabricante.
Ahora, buscando liquidez, vendió su sede de Nautholsvegur 50, en Reykjavik a Reitir, una sociedad islandesa. El acuerdo tuvo lugar el 30 de diciembre pasado. La venta tuvo lugar por algo menos de 20 millones de dólares. Inmediatamente, Icelandair alquiló el local (Icelandair: acuerdo para que los pilotos no hagan funciones de TCP).
En una nota de prensa hecha pública por el operador islandés, se reconoce la necesidad de liquidez en estos momentos. En todo caso, la compañía explica que tiene el deseo de construir una nueva sede en breve, de forma que concentre su plantilla en un nuevo edificio.
Actualmente, Icelandair tiene unas oficinas en Flugvellir y otras en Reykjavik. En el futuro, todas concentrará en la primera sede, que será ampliada.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo