Todo el mundo sabe que Indonesia y su área es un país muy inestable en lo geológico. Ayer fue otro ejemplo. El volcán Ruang, situado en la provincia de Sulawesi Norte, que llevaba varios días echando lava, rocas y cenizas, tuvo una explosión importante, llenando el cielo de una nube tóxica altamente peligrosa para la aviación. Las cenizas se expandieron por el aire, causando tormentas eléctricas.
Mientras en tierra se tuvo que evacuar a mucha gente, en el espacio se interrumpieron los vuelos, de manera que todas las comunicaciones aéreas del este de Malasia con Brunéi quedaron cortadas. Nueve aeropuertos de la zona dejaron de operar debido al riesgo de que las cenizas puedan bloquear el funcionamiento de las turbinas de los aviones.
La aerolínea más afectada, aunque no la única, es la low—cost Air Asia, que tuvo que cancelar decenas de vuelos regionales.
Las redes se llenaron de vídeos amateur filmados por residentes que salieron de la zona despavoridos. Ayer se temía por la posibilidad de un tsunamil, que no había tenido lugar a última hora.
La región es recordada por ser la que sufrió el tsunami más violento de la historia reciente, con unos doscientos mil muertos, consecuencia de un terremoto submarino.
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