Italia maquilla la muerte de Alitalia para seguir igual que ahora

En Alemania, la caída de Air Berlín supuso su cierre. En España, Spanair cayó y listo. En Gran Bretaña, Monarch murió y la vida continuó. Pero en Italia las cosas nunca son como uno piensa ni como dice la lógica económica. Alitalia está en la ruina porque recientemente llegó a perder dos millones de euros al día, pero sin embargo, ni hablar de cerrar y ahora tampoco de privatizarse (Alitalia saca pecho ante las agencias para que vendan más billetes).

El anterior gobierno, el de Matteo Renzi, decidió prestarle dinero a la compañía para que no cerrara súbitamente, encargar a tres administradores una gestión provisional, y venderla al mejor postor. Pero llegaron las elecciones y todo cambió, fundamentalmente porque Renzi perdió estrepitosamente. El nuevo gobierno es una mezcla de nacionalismo (La Lega, de Salvini) con populistas (Cinque Stelle, con Di Maio), de forma que todo lo que estaba sobre la mesa se ha ido a la basura. La candidatura de Easyjet y de Lufthansa para quedarse con Alitalia, a la papelera.

La solución que el Gobierno italiano propone para Alitalia es italiana. O sea creativa y pintoresca. No es una nacionalización, pero al final, como viene ocurriendo desde hace ya años, Alitalia seguirá  viviendo directa o indirectamente del dinero público. El proyecto consiste en crear una nueva empresa pero pública, con la aportación de capital de la Caja de Depósitos y Préstamos, Correos (Poste Italiane) y la compañía de trenes (Ferrovie dello Stato).

La Stampa, el periódico de Turín, revela el plan que no tiene ningún socio en el mundo de la aviación, y que apuesta por un proyecto sólo italiano, más bien difícil de explicar. El máximo gestor sería de Alitalia, de quien no se ha dicho si cambiará de nombre, lo cual no es necesario.

La nueva compañía probablemente heredará los aviones, por supuesto las rutas y el personal, pero la antigua sociedad, con sus deudas, será como los llamados “bancos malos”, donde se abandona todo lo negativo hasta el cierre. En todo caso, ya se imaginan ustedes que este plan empieza con una negociación con los sindicatos, que querrán mantener abiertas las ramas más deficitarias de la compañía, que son los vuelos de corto y medio radio (Golpe de suerte para Alitalia, que aumenta sus ingresos un 7,6%).