El reciente alivio de las restricciones en la Unión Europea para reabrir la frontera exterior no deja del todo contento al sector aéreo. Aeropuertos y las aerolíneas creen que se debería considerar una aceptación incondicional de todas las vacunas aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). (Los países se lanzan a la apertura de fronteras a vacunados)
"Es importante que la UE considere una mayor flexibilidad en la lista de vacunas aprobadas", resalta el vicepresidente regional de IATA para Europa, Rafael Schvartzman. A ello se une la necesidad de sustituir la PCR por opciones de pruebas rápidas de antígenos para aquellos que se hayan inoculado dosis fuera del marco de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). (Hito en la UE: acuerdo para reabrir la frontera exterior)
Pese a estas peticiones, celebran las recientes recomendaciones que permiten la libre circulación de los turistas vacunados por los destinos comunitarios. "Es un indudable paso adelante", aseguran desde el lobby aéreo, subrayando que "un viajero vacunado de fuera de la UE no debería ser tratado de forma diferente a uno de dentro". Así, instan a los Estados miembros a "que apliquen esta Recomendación como un paso importante para convivir normalmente con este virus".
Cómo publicó Preferente, una vez entre en vigor en las distintas reglamentaciones nacionales, los turistas vacunados de terceros países podrán acceder a cualquier Estado Miembro sin requisitos adicionales como pruebas de Covid-19 o cuarentenas. Los extracomunitarios sólo tendrán que presentar un documento con el que acrediten haber recibido la vacuna al menos 14 días antes de la salida y en un plazo no superior a 270 días.
En el caso de las personas con vacunas diferentes a las autorizadas por la EMA, pero aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se contempla la posibilidad de permitir también su entrada sin restricciones. No obstante, según lo acordado, cada Estado se reserva el derecho a exigir una prueba negativa o imponer cuarentenas.
Es una medida absurda: las vacunas tienen todas el mismo porcentaje de protección y la OMS no debería hacer distinciones entre Pfizer o Cansino. De lo contrario, la vacuna dejaría de ser un derecho universal. Algunos países no han podido adquirir Pfizer o Moderna por el alto precio de dichas vacunas. Astrazeneca vendió mucho en América Latina por el bajo precio. El precio debería de ser único por cualquiera marca. Esto fué el problema inicial y sigue siéndolo. La vacuna es un derecho UNIVERSAL. !Basta ya de reglas absurdas!