La hipótesis de que fue una bomba colocada por Estado Islámico la que hizo que un avión ruso con 224 personas a bordo se estrellara la semana pasada en el Sinaí cobra fuerza. "Tenemos la impresión de que fue un explosivo colocado en el equipaje o en otro lugar del avión", han señalado a la CNN fuentes de la inteligencia estadounidense.
Explican además que, aunque no existía ninguna amenaza específica antes del suceso, sí “había cierta actividad adicional en el Sinaí que había llamado la atención” de la CIA. Otro funcionario norteamericano manifestó a CNN que para señalar a Estado Islámico se basan en el control realizado a los mensajes internos de la organización terrorista, al margen de las declaraciones públicas que han hecho los yihadistas, según publica ABC.
En Londres también cobra fuerza la teoría de un artefacto explosivo a bordo del avión. Como medida de precaución Reino Unido ha decidido suspender todos los vuelos procedentes de Sharm al Sheikh para Gran Bretaña. Las autoridades egipcias creen que esta decisión es precipitada.
Otra evidencia de que los filtros de seguridad por los que se obliga a pasar al pasajero y tripulación no tiene ningún otro fin que el de pura recaudación y muestra de sumisión de la ciudadania.
Los auténticos terroristas consiguen su objetivo en cuanto se lo proponen y los filtros solo son capaces de detectar al mismo tipo de delincuente que nos podríamos encontrar por la calle y que asumimos como riesgo menor al compararlo con lo que supondría un estado policial que se empeñara en eliminarlos.
Las compañías aéreas y sus estados correspondientes, siguen mirando la parte económica de este negocio y dejando de lado lo mas importante;la seguridad.
Se sigue operando en aeropuertos donde en cuyos países una vida digna no está asegurada, como para disponer de medios en lo que a seguridad aeroportuaria e inteligencia se refiere. Independientemente de las recomendaciones, se siguen planificando rutas sobre o muy próximas a zonas de conflicto para maximizar el ahorro.
Se sigue volando a países con alertas sanitarias y brotes de virus altamente peligrosos, poniendo en riesgo a las tripulaciones con la única protección de sprays demostradamente ineficaces.
Se sigue restringiendo progresivamente la potestad de un comandante para elegir rutas alternativas a las planificadas, registro de equipajes, conteo de pasajeros etc etc
Y luego, pasa lo que pasa