Unos 90 millones de euros le va a suponer en pérdidas a Air France la huelga de tripulantes de cabina de pasajeros convocada por cinco sindicatos. El presidente de la compañía, Fréderic Gagey, ha revelado esta cifra “extremadamente importante, el valor de un avión de largo recorrido” en una entrevista concedida a France Info.
La protesta comenzó el miércoles pasado y ha obligado a la aerolínea a cancelar 900 vuelos. El martes pasado fue la séptima y, por ahora, última jornada de huelga.
Los sindicatos convocantes representan el 45% del censo entre los TCP de Air France. Su intención es presionar a la dirección en la negociación de las nuevas condiciones de trabajo, salario y promoción, que finaliza en octubre. La empresa propone que se prolongue el marco actual 17 meses, pero los trabajadores quieren un nuevo acuerdo con una vigencia de tres a cinco años.
En España los TCPs no sueñan con poder ejercitar el derecho constitucional a la Huelga, aunque les sobren los motivos. El Ministerio de Fomento-Justicia y el de Trabajo amparan cuanta práctica ilegal se ejecute en las cías que pueblan nuestros cielos. Menos aún para mantener o mejorar las condiciones laborales. En Europa se defiende la dignidad de los salarios y de los trabajos. ¿El resultado? Los Europeos pueden venir a España de vacaciones baratas y los españoles al pueblo con los abuelos. ¡Y encima dar las gracias!