Las cosas en el proceso de compra de Ita por parte de Lufthansa se están poniendo feas. (¡Atención Iberia y Air Europa!). El departamento de Competencia de la Unión Europea se ha puesto tan exigente que Lufthansa ha dicho públicamente que si las condiciones que pone Bruselas significan que el precio de Ita es superior a lo que está dispuesto a pagar, los alemanes se marchan a casa (Compra de Ita por Lufthansa: los ‘remedies’ no convencen a la UE).
Que esto se diga públicamente es indicador de que el conflicto empieza a ser agrio. En el caso de IAG y Air Europa, aún se mantienen las formas y eso hay que leerle precisamente como que los indicios no son negativos (Compra de Air Europa por Iberia: Bruselas “para el reloj”).
Ahora las cosas en Italia han ido un poco más allá. Giancarlo Giogetti, el ministro italiano de Economía, ha mostrado su preocupación y quizás, sólo quizás, es el que haya hecho circular la especie de que la dureza de Bruselas tiene nombre y apellidos: Air France.
En Italia cuesta creer que la dureza de la comisaria Vestager sea inocente, y lo atribuyen a la mano francesa. Encima, Italia no votó por Vestager en la disputa para que presidiera el Banco Europeo de Inversiones (que quedó en manos de Calviño), complicando aún más las cosas.
“La sensación es que hoy en Bruselas pesan más las preocupaciones de Air France que los intereses de Roma y Berlín para cerrar la cuestión del Ita. Además, como pide la Unión Europea”, escribe el periódico La Stampa, uno de los grandes rotativos de Italia. Esto es inusual en estos asuntos, tan delicados.
Un politico debe de servir al ciudadano ya que su nada despreciable retribución depende del sudor, trabajo y esfuerzo de ellos.
La Comision Europea, sus intrigas palaciegas y sus nefastas accciones, van en contra de los intereses de laa inmensa mayoria de los europeos.