Estos días, mientras todos parecen estar escondidos, WizzAir, la segunda aerolínea más eficiente de Europa –un pelín por detrás de Ryanair–, no para de aprovechar sus oportunidades para crecer. Ayer se supo que, aprovechando la retirada de British Airways de Virgin Atlantic de Gatwick, está preparándose para ir a por sus slots. Hoy WizzAir opera sobre todo desde Luton, el aeropuerto londinense de Aena, que está al límite de su capacidad, pero ahora quiere ampliar su cobertura.
Jozsef Varadi, el director general de la compañía húngara, propiedad de Indigo, declaró este miércoles que quiere convertir Gatwick en su segunda base en Londres.
WizzAir es hoy la líder en casi todos los países del este de Europa (su base principal está en Budapest, pero tiene amplia presencia en Rumanía, Polonia, Chequia y Ucrania), aunque su presencia en la Europa occidental está más bien restringida a Gran Bretaña y algunas rutas desde allí a Portugal y Escandinavia.
Su expansión a Noruega iba de frente contra Norwegian, que ahora probablemente abandonará muchas rutas europeas. Hasta abril la noruega no volverá a volar, espacio que probablemente todos sus rivales quieran ocupar.
Sin embargo, el problema para el crecimiento de WizzAir eran los slots. Sin derechos de vuelo, es imposible entrar ni en Gatwick ni en Heathrow. Varadi dijo que no quiere alquilar slots, porque eso significa construir una clientela a partir de unos derechos de vuelo que se pueden cancelar y entonces quedarse en nada.
Pero está hablando con Gatwick Airport para entrar. La idea de Wizz es duplicar su tamaño. Sin embargo, volar a o desde Gatwick es más caro que en cualquier otro aeropuerto, excepto Heathrow. Por algo Ryanair apenas opera algunos vuelos a Irlanda y no tiene base allí. Pero Wizz, si quiere crecer, tiene que pensárselo.
La principal competencia sería Easyjet, con diferencia, la líder en el aeropuerto del sur de Londres.
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