La tensión en el Mar Rojo, un peligro para la aviación

El sector aéreo mundial mira de reojo el avance de los ataques de las milicias hutíes a las embarcaciones que navegan por el mar Rojo. Como apoyo al pueblo palestino en la guerra con Israel, los rebeldes de Yemen están asaltando buques comerciales que transitan por el estrecho de Bab-el-Mandeb (Puerta de las Lágrimas) y el canal de Suez. (La guerra hunde a las aerolíneas de Israel)

Según informa el diario La Vanguardia, esta situación podría provocar una crisis comercial sin precedentes, pudiendo disparar la inflación aún más si cabe. Los dos puntos estratégicos donde se enmarca el conflicto son clave para la conectividad entre Asia y Europa, y acaparan el 12% del comercio marítimo mundial, así como una gran parte de la mercancía petrolera y de gas.

Pero lo más preocupante desde el prisma turístico es el efecto que podría tener la escalada del conflicto en la aviación europea. Por la salida de la Puerta de las Lágrimas pasa alrededor de 30% del combustible que utilizan los aviones, por lo que una paralización del transporte en las zonas de salida del Mar Rojo podría asestar un durísimo golpe a las aerolíneas.

La única alternativa para evitar el área de conflicto es rodear el Cabo de Buena Esperanza en el extremo sur del continente africano. Sin embargo, el desvío también supone un incremento del gasto en más de un 40%. Al necesitar más tiempo y más combustible, se traduciría en un aumento del precio de los productos y, de nuevo, un golpe en forma de inflación.

Todos estos gastos extra se repercutirían fuertemente en las aerolíneas, ya que, muy probablemente, tendrán que pagar más por el suministro de combustible. Así, de manera directa, este sobrecoste llegaría al consumidor a través de un precio del billete más elevado.

Esta situación también ha obligado a grandes cruceristas a poner fin a su operativa en la zona durante la temporada de invierno. Maersk, MSC, Hapag Lloyd, Cma-Cgm, Evergreen y OOLC son algunos nombres importantes a nivel mundial.

Por todo ello, Estados Unidos ha iniciado una misión de protección del tráfico marítimo. El plan consiste en enviar navíos de guerra occidentales para proteger a las embarcaciones que transitan por el Mar Rojo.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, se ha pronunciado en los últimos días, señalando que España sólo participará en la operación por orden de la OTAN o de la UE, pero nunca de manera unilateral. El Gobierno ya trabaja a toda prisa para analizar todas las posibilidades.