La escasez de inyecciones contra la Covid-19, con tan solo 1,6 millones de dosis suministradas en España desde el pasado 27 de diciembre, está generando gran nerviosismo y preocupación en una industria turística que ha cumplido su parte, adaptándose en un tiempo récord a todos los protocolos de seguridad habidos y por haber para minimizar el riesgo de contagio entre sus clientes (La sanidad privada quiere comprar vacunas para ayudar al turismo).
Los grandes lobbies turísticos, con Exceltur y la Mesa del Turismo a la cabeza, llevan semanas insistiendo al Gobierno de Pedro Sánchez en la imperiosa necesidad de acelerar el ritmo de inoculación para llegar a la temporada de verano con un 70% de la población inmunizada. Incluso los propios empresarios han ofrecido sus instalaciones y todos los recursos materiales y humanos a su alcance para ayudar a alcanzar este objetivo (Clamor turístico contra la lentitud del plan de vacunación).
Pero el gran problema sigue siendo la lentitud, y a veces incumplimientos, de AstraZeneca, Moderna y Pfizer. Por ello, la vacuna rusa surge con fuerza como la gran esperanza para activar el turismo español antes de que sea demasiado tarde. De momento, Hungría ha tomado la delantera con la llegada de 40.000 dosis de Sputnik V, una cifra insignificante si se compara con los 100 millones ofrecidos por Rusia a la Unión Europea (La sociedad civil pide vacunas urgentes para salvar el turismo).
El Gobierno español abre la puerta a su uso
Aunque Bruselas se mostró en un primer momento reticente a firmar un contrato de compra centralizada para distribuir esta vacuna entre todos los Estados miembros, el tiempo apremia y cada vez parece más probable que dé un paso que podría ser crucial para salvar el turismo. Las dos grandes potencias económicas, como son Alemania y Francia, empiezan a abrir la puerta a este antídoto que, según un estudio publicado por la prestigiosa revista británica The Lancet, tiene una tasa de eficacia del 91,6%.
La canciller Angela Merkel, por ejemplo, se ha mostrado favorable a su uso, siempre y cuando que reciban el aval de las autoridades sanitarias. En términos similares se ha pronunciado el presidente francés, Emmanuel Macron, quien afirma que no hay veto político alguno a la vacuna rusa Sputnik V, aclarando que únicamente es necesario el aval de la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
En lo que respecta a España, que debería ser el país más interesado al tratarse de uno de los más afectados tanto por número de fallecidos como por impacto económico, la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Carolina Darias, también abre la puerta a su llegada. "Vamos a recibir entusiastamente cualquier vacuna que tenga la autorización de la EMA, ese es el único margen", señala. Asimismo, aunque reconoce las "dificultades" iniciales, confía en que "a partir del mes de marzo se produzca un importante incremento que nos ponga en otro escenario para cumplir los objetivos".
E vietato dalla Corte Suprema Europea!
Cuento antes mejor la rusa o la china hay que salvar el turismo es el pulmón de España
Yo prefiero la rusa a la astro-zinica
Si funciona que la traigan, no hablamos de que los empresarios turísticos necesitan ingresos, hablamos sobretodo de salvar vidas, ya basta de hacer política a costa de vidas humanas, salvemos vidas independiente de donde esté hecha la vacuna, si es segura y eficaz. Adelante.