La imagen que ha encontrado Robin Hayes, el director general de JetBlue, la aerolínea low-cost de más proyección, define con claridad el momento de gestión de la pandemia del coronavirus: es como un partido de fútbol de niños en el que todos siguen al balón y ninguno conserva su posición en el campo.
Robin Hayes intervenía en la conferencia Routes Reconnected y comparaba la crisis del coronavirus con el primer partido en el que uno ve a su hijo detrás de un balón. “Todos los niños que están en el campo siguen al balón y nadie se acuerda de qué función tiene”. Esto, añade, es lo que está sucediendo en el sector aéreo.
Todas las aerolíneas se han visto obligadas a salir de sus esquemas habituales, cambiando de estrategias, buscando nuevos destinos y aeropuertos. Para las low-cost era una nueva oportunidad. Como no tenemos slots valiosos como las legacy, podríamos habernos lanzado a más mercados y entornos.
Sin embargo, todo ha desembocado en una gran confusión porque en lugar de seguir sus propias estrategias, todos están haciendo las mismas cosas, siguiendo al virus o a las medidas que se imponen.
No crean que la estrategia de JetBlue haya sido muy destacable, pese a las declaraciones críticas de su director general.
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