Todos sabemos que los márgenes comerciales de las agencias de viajes han sido comprimidos hasta su mínima expresión. Sin embargo, pese a ello, este verano las cancelaciones de vuelos han supuesto un problema añadido. Para el particular que ha comprado un viaje directamente con la aerolínea, la cancelación de un vuelo es un contratiempo, pero para las agencias que han vendido esos billetes el problema se multiplica porque son ellas las que han de interactuar con las aerolíneas que, frecuentemente, ofrecen un pésimo servicio (Volotea enfada a las agencias por cancelar vuelos sin previo aviso).
En Francia, los agentes de viajes no ocultan su malestar. Lo dijo Olivier Kervella en el congreso Selectour, que publica L’Echo Touristique: “ha habido una epidemia de cancelaciones”, con un tiempo de maniobra mínimo.
“Se trata de una penalización brutal porque algunas low cost no reembolsan pero nosotros, debido a la directiva europea, sí tenemos que reembolsar. Hay un agujero en la legislación que nos penaliza”.
El problema, indican los agentes, no es nuevo, pero se ha multiplicado este verano con las cancelaciones masivas derivadas de la falta de plantilla o del colapso de muchos aeropuertos (Schiphol, en Ámsterdam, aún sigue sin ofrecer una programación normal).
La denuncia va un poco más allá: “las aerolíneas, que se acostumbraron a cancelar vuelos durante el Covid, ahora los cancelan cuando ven que no llegan a una ocupación mínima. Parece que es parte de su modelo de negocio”, afirma el portavoz.
La patronal señala a cinco o seis compañías aéreas no francesas, entre las que no todas son low cost. Y advierte que esto parece haberse convertido en su modelo de negocio.
Alain de Mendonça, presidente de Karavel y Fram, asegura que el pasado verano hubo que gestionar hasta 800 cancelaciones a veces dentro de las veinticuatro horas previas al vuelo.
Laurence Rannou, de Alazura Voyages, revela que “yo ahora me niego a vender Volotea”, precisamente por sus cancelaciones. Esta afirmación sobre la compañía española provocó un aplauso generalizado en el salón del congreso.
Los agentes de viajes franceses se comprometieron a influir en los políticos para exigir que se reembolsen los billetes de los vuelos cancelados en las veinticuatro horas previas a la partida. Y alguien llegó a hablar de “ir tan lejos como bloquear aviones como último recurso”.
Volotea... basta mirar quiénes son sus creadores directivos y como funcionaba VLG mientras estuvieron ellos. Cuanto antes se marchen antes salimos del agujero
Y ahí están nuestros dirigentes desde las asociaciones luchando contra ellos, (léase la ironía), en cuanto les llaman para algún evento o algún fam trip, les faltan piernas para salir corriendo y aprovecharse de los ágapes y viajes, para eso sí que saben luchar para conseguirlo. Atentamente.... un asociado
Jajaja, cierto. Hay como un pacto no escrito entre los directivos de cias aéreas y de asociaciones de agencias de viaje de " no me toques los coj....y no te los toco yo a ti".
Cobardes.
La covid supuso un antes y un después, antes de la cancelación masiva en el mes de marzo de 2020, cuando mucha gente no quería volar, las compañías cancelaron vuelos a mansalva, les salía más rentable compensar, -en caso de versae obligados, porque ya se sabe que una cosa es lo que dice la ley y otra la realidad, como quedó demostrado meses después- que llevar un vuelo con poco pasaje, y los cancelaron con 24 o 48 horas sin el menor reparo, Visto que les salió muy barato y que los que tenían que velar por la sociedad, miraron para otro lado con toda impunidad, aquí y en otros lados, les dejaron un mensaje claro.
Vueling, y no por la huelga, me ha hecho cambiar de olanes de vuelo y perdidas de conexiones 1 de cada tres vuelos que hago al mes, vivo en canarias, y eso es un verdadero quebradero de cabeza cuando tengo vuelos de conexión con el resto de Europa desde la península.
No os perdáis a Wizzair,. Sus aviones, matriculados en Malta. Sus cancelaciones, te dan una noche de hotel pero no te incluyen la comida (solo te dan cena) aunque tu vuelo (porque no tienen acuerdo con otras compañias) salga dentro de tres o siete días. Y mientras, nuestros políticos europeos, mirando hacia otro lado.
Ryanair es mejor incluso, te pagan la comida, en mi caso en un restaurante, menú del día, estaba bien, era un sitio familiar y la comida era buena, con dos opciones de menú, solo que estaba como a veinte minutos caminando por el campo, en medio de la nada. La cena, el hotel en el que estabamos alojados, en el que solo incluía, literal, pasta, en el caso concreto macarrones, plato único sin agua incluída; cualquier extra aparte de los macarrones, te lo pagas de tu bolsillo, extras no particularmente onerosos, como puede ser agua o pan, ya segundo plato, café o incluso un vaso de vino, ni lo sueñes. Todo esto en el entorno de su hub de Bérgamo.