Listo para la venta el MC21, respuesta rusa al A320

La feria de la aviación de Dubai tuvo dos protagonistas: Airbus y Boeing. Embraer y ATR vendieron, pero como no tienen aviones en el segmento más competitivo, el de los aviones de 180 asientos, no llegaron lejos. El A320 y el B737 llevan años dominando el mercado. Pero ahora sí se puede afirmar que ha sido el último evento al que concurren en solitario.

El año que viene, al menos el MC21 ruso estará presente, intentando vender. Todo el mundo sonríe ante los rusos, pero en 2022 Rossiya empezará a volar este nuevo avión, en una apuesta en la que la aeronáutica de ese país se la juega.

Este bimotor empleará motores Pratt & Whitney PW1400G. La empresa de aeroestructuras AeroKompozit, de Irkutsk, que los fabrica, se estableció en 2008 para producir partes de la aeronave, incluidos paneles de ala, utilizando una técnica de infusión al vacío. El programa tuvo retrasos serios el gobierno americano impuso sanciones a algunas empresas rusas en 2018. 

"Los especialistas de Irkut lograron sustituir las importaciones y comenzaron la producción en masa del avión con alas rusas en el menor tiempo posible", dice el jefe de la empresa, Sergei Chemezov. El montaje del primer MC-21 con el ala nacional es una "victoria sobre las sanciones", dice, y demuestra la "madurez" de la tecnología de aviación del país. El avión inicial se transfirió de la línea de montaje de Irkutsk a la división de pruebas de vuelo el 29 de noviembre. "Es positivo que [las sanciones] nos hayan obligado a desarrollar nuestro propio conocimiento en materiales compuestos", dijo Kirill Budaev, hablando en la aparición del avión en el Salón Aeronáutico de Dubai. 

El avión ya tiene 175 pedidos y se pretende producir 72 aparatos al año. Entre los clientes está Aeroflot, Red Wings, Utair, IrAero y compañías de leasing.

Interiormente, el avión tiene mucho espacio y provoca una impresión muy agradable.

Pero para vender Occidente, Rusia deberá pasar la prueba del servicio post-venta y, lógicamente, recuperar la confianza que algunas ‘chapuzas’ anteriores, por otras empresas, han dañado.