Las sanciones aplicadas por Occidente a la aviación rusa, consistentes fundamentalmente en que no puede volar a Europa o Estados Unidos y, también y sobre todo, en que no tiene acceso ni a aviones ni a repuestos, están alterando seriamente la oferta de vuelos interiores dentro del país (Rusia saca del cementerio un Boeing 747 para Rossiya Airlines).
Pese a todas las promesas y proclamas, la industria aeroespacial rusa no está en condiciones de producir aviones nuevos para atender la demanda existente. Además, sus mejores aviones (Boeing o Airbus) se van quedando paulatinamente sin repuestos (Aeroflot demanda a Yakovlev por sus pésimos aviones).
Por eso, Rusia invita a las aerolíneas de países amigos a que operen libremente dentro de su territorio. En concreto, según informa The Moscow Times, la oferta ha llegado a Kajaztan, y se sabe que también a otros países.
Kajaztan tiene varias aerolíneas de cierta envergadura y se encuentra en un enclave ideal para enlazar la costa este rusa con la zona occidental, donde está la mayor parte de la población. Air Astana, curiosamente, tiene como primer accionista a BAE, una firma aeroespacial británica. Probablemente por deseo de su propiedad, está cumpliendo con el embargo occidental y no ha vuelto a volar a Rusia. Tampoco lo hace Fly Arystan, su filial de low cost.
En cambio, Scat, otra aerolínea kazaja, vuela más que nunca dentro de Rusia, aprovechando la oportunidad, aunque su flota es pequeña para llenar un hueco así.
En Azerbaiyán hay también líneas aéreas que podrían prestar el servicio, igual que en Uzbekistán. La situación en Tayikistán es mucho más complicada.
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