Definitivamente, esta sí es la revolución en los asientos de avión. Una firma de Londres ha ideado varios conceptos de asientos de aviones en la era del coronavirus que resucita un diseño 3-D que espera pueda ofrecer opciones más nuevas y seguras para primera clase y clase ejecutiva. El Air Lair de Factorydesign London consta de módulos que se integran entre sí para brindar privacidad, higiene y eficiencia del espacio. Los diseñadores reinventaron el interior de la aeronave como más un panal que una rejilla.
“La idea se basó en el principio de que cada pasajero obtendría su propia cápsula”, dijo Peter Tennent, director de Factorydesign. "La naturaleza apilada del concepto requiere un techo dentro de cada módulo y eso, combinado con los muebles adicionales alrededor del pasajero, proporciona una mayor sensación de estar dentro de un capullo".
El modelo de asiento, nacido para la época Covid, no necesariamente debe caducar cuando se haya pasado esta crisis porque ofrece una gestión mucho más eficiente del espacio.
El modelo de panal significa que las cápsulas no están directamente una encima de la otra, sino más bien escalonadas, por lo que pueden caber en el interior del avión. Los viajeros que están acostumbrados a entrar y salir de un Ferrari –que no son todos, lógicamente– o a subirse a un todoterreno, pueden acceder a las alturas de los asientos, aunque son diferentes a las de un avión tradicional.
Los asientos tienen ventanas entre los pasajeros con acceso a controles individuales de clima y entretenimiento. Tennent dijo que cada pasajero podría personalizar otras comodidades, como el flujo de aire y la temperatura, ya que es un espacio cerrado. “Será posible personalizar el espacio sin verse afectado por el entorno circundante”, dijo. “Y desde que se creó este concepto hace unos años, se han realizado avances significativos con la tecnología de calefacción y refrigeración de los asientos, que también se puede integrar”.
En el diseño inicial, Factorydesign incluso propuso que Air Lair se aplicara en la parte trasera de la aeronave y que, en lugar de clases, las aerolíneas comenzaran a pensar en cabinas para diferentes perfiles de vuelo.
En ningún momento se nombra en la noticia el aspecto seguridad (safety). Si el proyecto no cumple con la norma de poderse evacuar un avión en su totalidad en 90 segundos, habrá muerto antes de nacer. Antes de poderse instalar en un avión debe pasar primero por las autoridades reguladoras.
Pues que los pongan en el 737 max, que el aspecto safety no importa
a ver... ¡es un asiento! poca cosa más sencilla...