Ryanair obtuvo entre octubre y diciembre de 2015 un beneficio neto de 103 millones de euros, lo que supone un 110% más que en el mismo periodo del año anterior. Un aumento que fue acompañado de un crecimiento de pasajeros en un 20%, hasta alcanzar los 24,9 millones de clientes. Durante ese trimestre, la aerolínea de bajo coste alcanzó los 1.330 millones de euros de facturación, un 17% más respecto al mismo periodo de 2014.
El consejero delegado de la compañía, Michael O'Leary, ha destacado que estos datos han convertido a Ryanair en “la primera aerolínea” que transporta más de 100 millones de pasajeros en un año, y atribuye este éxito a su estrategia tras la bajada de precios y de reservas como consecuencia de los “actos terroristas” de París y Bruselas, el pasado mes de noviembre. "Reaccionamos ante esta situación con promociones de precios y descuentos de tarifas para estimular un crecimiento del tráfico de hasta dobles dígitos”, subrayó O'Leary.
Las cifras positivas alcanzadas durante el cuarto trimestre fiscal coincidieron con el lanzamiento de la nueva web de reservas y una aplicación móvil, así como el pago a los accionistas de un dividendo de 398 millones de euros, derivados de la venta del 29% de los títulos que tenía Ryanair en Air Lingus al grupo IAG.
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