Los dos mayores clientes de Aena le afean su gran activo en plena venta

Ryanair se ha unido a Iberia en el recorte de capacidad anunciado en Barajas para el próximo verano, coincidiendo con el periodo en el que Aena espera cerrar su privatización, quedando así marcadas las futuras negociaciones bajo una menor facturación de los dos principales clientes del gestor aeroportuario español. El Gobierno espera cerrar la venta antes de julio, tras haber subido Aena las tasas --su principal ingreso-- en Madrid un 50 por ciento.

El recorte de capacidad de Ryanair en Barajas será del 35 por ciento, y se sumará al del 15 por ciento hecho público por Iberia hace dos semanas. En el caso de la low cost, la medida se ha culpado sin tapujos a la subida de tasas en un 50 por ciento, mientras que en la filial de IAG no se ha hecho demasiado énfasis en ello pese a que si la compañía prevé grandes pérdidas este año es por el aumento de costes, justificado también en el encarecimiento del combustible, pero también por las imprevistas tasas, pues los ingresos se han mantenido.

La ministra de Fomento, Ana Pastor, de su lado, dijo recientemente que hasta ahora las tasas aeroportuarias eran "las más baratas de la UE" e indicó que en 2011 solo cubrieron el 63 por ciento de los costes. En 2012, apenas se cubrirán el 73,5 por ciento, según el gestor aeroportuario. En los últimos diez años, la inversión acometida en la red de Aena Aeropuertos alcanza los 15.000 millones de euros.

En paralelo, el propio presidente de Aena, José Manuel Vargas, subrayó ante la Comisión de Presupuestos del Senado, que las tarifas aeroportuarias se encuentran entre "las más competitivas", al ser "más baratas que la media europea" y que el espacio aéreo español de dejado de ser "el más caro de Europa" con las rebajas aplicadas en los años 2011 y 2012 a las tasas de control.

Tras este encarecimiento de las tasas, las aerolíneas, según la patronal ALA, han contratado para la temporada de invierno 2012-2013 unos 70.000 slots menos en los aeropuertos españoles que en el mismo período del año anterior, lo que supone una reducción de las operaciones del 9 por ciento y una oferta de asientos inferior un 10 por ciento inferior. La temporada de verano, entre marzo y octubre de 2012, se cerró con un descenso de unos 120.000 vuelos en España, lo que supone una pérdida de 4 millones de viajeros, de acuerdo con la misma fuente.

Las tasas aeroportuarias, según el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE), subirán en torno a un 8 por ciento de media durante 2013, lo que supone un 36 por ciento más en relación al nivel que estaban en junio de este año, y lo que ayudará a que el grupo Aena haya hecho la predicción de un beneficio de 108 millones de euros en 2013.

Para Aena, con la subida, que se ha fijado siguiendo la directiva comunitaria que permite a los gestores aeroportuarios recuperar costes, el impacto en el precio de los billetes será de 0,85 euros por plaza. El gestor aseguró este miércoles que la subida de tasas aeroportuarias planteada para 2013, que rondará el 8 por ciento, apenas cubrirá el 76,7 por ciento de los costes totales operativos de la red (funcionamiento e inversión), señalaron fuentes del gestor aeroportuario a Europa Press.

La ley vigente permite incrementar las tasas aeroportuarias tomando como base el índice de precios de consumo (IPC) de octubre, que se situó en el 3,5 por ciento, más cinco puntos, según la Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE), aprobada en el Parlamento y que recuerda Aena. A juicio de la patronal aérea, es “desproporcionado” el incremento de las tasas aprobado por Aena en los aeropuertos de Madrid y Barcelona, que “supera el 50 por ciento y ha recordado que para el 2013 se ha fijado un incremento del IPC más un 5 por ciento.

El sector aéreo viene quejándose en los últimos tiempos del papel que está jugando el gestor público aeroportuario en la coyuntura de la aviación española. Causa enorme malestar que sean las compañías las que paguen unas faraónicas inversiones que no reclamaron. Como agravante, en la decisión de disparar las tasas apenas se dio voz ni voto a las aerolíneas, pese a lo manifestado desde el Gobierno. Ello ha provocado un notable distanciamiento entre las patronales y Fomento. Ahora los dos mayores clientes de Aena acometen una reducción drástica de capacidad en el principal activo del ente, el aeropuerto de Barajas, justo cuando el Gobierno más trataba de “poner en valor” a los aeropuertos.