Los frentes abiertos de Aena que penalizan a las aerolíneas

Aena vive un momento dulce. Tras conseguir unos beneficios de 1.630,8 millones y un margen de Ebitda del 58,8% en 2023, el gestor aeroportuario tiene como objetivo reinar en Europa en los próximos años, confiando en superar los 300 millones de pasajeros en 2025, e impulsar sus ingresos y ganancias (Aena, camino de liderar Europa mientras sigue subiendo tasas).

No obstante, este buen estado de salud no parece estar traduciéndose en beneficios para el resto, ni para las aerolíneas, ni para algunos de los aeropuertos que conforman su red. Son muchos los actores que alertan de varios asuntos importantes que están siendo ignorados por Aena mientras las compañías sufren sus consecuencias.

En primer lugar, hay que hablar de la subida de tasas aeroportuarias, que se han incrementado un 4,09% desde marzo, y subirán próximamente otro 0,54%. A este respecto, el gestor ignoró las propuestas de las compañías, que plantearon dos posibilidades: mantener la congelación tarifaria, o una subida de un 1,5%. Finalmente, ninguna se ha cumplido pese a que desde ALA avisaron de que “todavía existen muchas incertidumbres en el ámbito geopolítico y económico” (Aena volverá a subir las tasas pese a sus beneficios históricos).

Es más, compañías como Iberia, Vueling, British, Air Europa o Lufthansa han declarado la guerra a Aena por la forma de calcular el incremento de las tasas para el periodo 2023-2025. Reclaman unos 1.000 millones de euros en compensaciones, ya que consideran que ha tenido en cuenta sus pérdidas durante el Covid, y las ha trasladado a la subida.

Otro punto a tratar es la incapacidad de sacar adelante, de momento, los proyectos de ampliación de Manises y El Prat. El primero se aproxima cada vez más al colapso sin un plan de ampliación firme, sumando, hasta mayo, más de cuatro millones de pasajeros. De mantener esta progresión, y con la temporada de verano de por medio, Valencia superaría los 10,5 millones que tiene como límite fijado en su capacidad.

En lo que se refiere a El Prat, hasta siete alternativas se ha puesto encima de la mesa en los últimos años para avanzar en la ampliación, y, hasta la fecha, todas ellas han resultado fallidas. Aena propuso realizar una extensión de la pista más cercana al mar en 500 metros (hasta los 3.160), pero fue incapaz de llevar el proyecto adelante por la oposición de los ecologistas.

También hay que mencionar las críticas en Canarias por el uso de sistemas de control aéreos obsoletos. Tanto la formación Coalición Canaria, como los propios controladores exigen eliminar el sistema de aterrizaje AFIS de las torres de control de los aeropuertos de La Gomera y El Hierro, y sustituirlo por el sistema ATC. Consideran que el primero “tiene muchas limitaciones operacionales y complica la operativa” (El maltrato de Aena a Canarias que penaliza a Binter y Canaryfly).