El equipo internacional de fiscales que investiga el derribo, en el verano del 2014, del vuelo MH17 señala a Rusia. Los investigadores han determinado que el proyectil fue disparado desde una batería Buk de fabricación rusa posicionada en territorio controlado por las milicias prorrusas en el este de Ucrania, respaldadas por Moscú. Además, según sostienen los mismos investigadores, el misil fue transportado hasta Ucrania desde la vecina Rusia.
"Sobre la base de la investigación penal, podemos concluir que el avión del vuelo MH17 fue abatido el 17 de julio del 2014 por un misil Buk enviado desde el territorio de la Federación Rusa, y que después del disparo, el sistema fue reenviado a Rusia", ha asegurado Wilbert Paulissen, miembro de la investigación.
Según recoge El País, los policías y fiscales del equipo, procedentes de Bélgica, Malasia, Australia, Ucrania y Holanda, tienen una lista “de al menos un centenar de personas involucradas en los hechos” aunque no señalan al autor material del disparo.
Moscú ha salido al paso de este nuevo informe y como ya hiciera anteriormente niega estar involucrado en los hechos y que el misil saliera de suelo ucranio ocupado por separatistas. "Los datos son claros; no hay ningún proyectil. Y si hubiera habido algún proyectil, habría sido disparado desde otro lugar", aseguraba el miércoles el portavoz presidencial, Dmitri Peskov.
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