McCall deja Easyjet con más ingresos y menos beneficios

Era muy difícil para Carolyn McCall convertir a Easyjet en la compañía aérea puntera que es. Su principal problema era precisamente el fundador, Stelios Haji-Ioannou, quien la acusó de no gestionar bien y, pese a ser el mayor accionista de la compañía, se dedicó a cuestionar a la máxima gestora, que contaba con el apoyo del consejo y de los demás accionistas de la aerolínea. Ahora McCall presenta el balance económico del año 2017, pero con el añadido de que es su última rendición de cuentas, porque el primero de diciembre dejará su oficina de Luton para trasladarse a la televisión privada británica ITV, de la que será máxima responsable.

McCall se despide con un balance más que satisfactorio: los resultados del año son buenos, incluso con el problema de que al estar presentados en libras y esta moneda haberse devaluado, tiene una merma de unos cien millones de euros por incremento de costes en Europa. Pero los resultados son buenos y más que lo serán, porque Easyjet se encuentra en un excelente momento para aprovecharse de la debilidad de Ryanair –si es que se mantiene y no la ataja Michael O'Leary–, la desaparición de un rival directo en Gatwick, como era Monarch; la crisis de AirBerlín de la que algunos despojos han quedado en manos de la compañía naranja y, no menos importante, el hundimiento de Alitalia.

Los datos indican que Easyjet facturó un 8 por ciento más, que transportó un 10 por ciento más de pasajeros (llega a los 80 millones), que ha tenido su mejor resultado de ocupación de asientos, con el 92,6 por ciento pero que, en negativo, ha tenido un 30 por ciento menos beneficios por la devaluación de la libra y, también, porque esta coyuntura es especialmente agresiva en precios e Easyjet no puede permitirse perder mercado.

Un análisis interesante es calcular cuántos beneficios tiene la compañía por pasajero: apenas 3,97 euros, casi cuatro euros. Observen qué escasos márgenes, pese al volumen importante de viajeros y a que es una compañía de éxito. El año antes, los beneficios por pasajeros eran 5,5 euros. Pero este ha sido un año más complicado.

La tasa de ocupación (factor de carga) también aumentó ligeramente a 92,6% (2016: 91,6%). Un dato igualmente interesante es que el 20 por ciento de los ingresos de la compañía provienen de ingresos diferentes a los asientos del avión, bien sea de venta a bordo, hoteles, 'rent-a-car', etcétera.

McCall deja la compañía en un momento clave: inminente instalación en Berlín Tegel, y con una posición líder en su segmento en Francia, Holanda y Suiza, lo cual es bastante teniendo en cuenta que la aerolínea tiene delante un 'monstruo' como Ryanair.