Los presupuestos de Italia para 2025 incluyen una modificación de última hora por la cual se crea una nueva tasa de embarque para todos los viajeros que salgan del país y no para los que hagan vuelos interiores (Vueling se refuerza en Florencia tras el acuerdo entre ITA y Lufthansa).
Inicialmente sólo afecta a los aeropuertos que tienen más de diez millones de pasajeros anuales, que a día de hoy son, por supuesto Roma Fiumicino y Milán Malpensa, y además los de Bérgamo (utilizado sobre todo por Ryanair), Nápoles, Venecia y Catania, al tiempo que es muy probable que finalmente también Milán Linate y Bolonia superen este listón y queden incluidos.
La buena noticia es que el impuesto adicional es francamente insignificante: 0,50 céntimos por pasajero. La mala es que el mecanismo queda aprobado para que se puede aumentar la recaudación en cualquier momento o, si acaso, bajar el umbral de diez millones de viajeros para incluir más aeropuertos.
Aunque el impuesto está en los presupuestos anuales, su entrada en vigor será el 1 de abril.
En total, se estima que se recauden 5 millones de euros, dinero que se destinará a los municipios en los que están los aeropuertos. No parece una cifra económica que nos vaya a permitir notar la diferencia entre unos municipios y otros.
Esta tasa no tiene que ver con el impuesto climático europeo, que es otra cosa y que, lógicamente, también afectará a España.
¿¿¿Pero no se supone que la gente 'de bien' (de derechas) estaba en contra de los impuestos y las tasas turísticas y todo eso???
¿Se habrá vuelto Meloni bolivariana?
Curioso cuanto menos, que Meloni tenga las mismas ideas para el futuro de la aviación que Yolanda en Sumar.