Muy pocos países serios en el mundo están en la categoría 2 de la aviación, referida a la seguridad y las garantías para las operaciones. Pero es el caso de México, que desde el 25 de mayo del año pasado ha ingresado en esta categoría vergonzante por no cumplir los estándares de seguridad de la OACI, según la Agencia Federal de la Aviación de Estados Unidos.
México hace lo que puede por intentar regresar a un nivel de seguridad que nunca debió de perder, pero en la reciente revisión siguió sin lograr su objetivo. Ya van siete inspecciones sin lograr mejorar. Y sólo se pueden producir diez.
La última revisión, según los expertos, ha sido otro fracaso. Pero el Gobierno mexicano dice que pronto se anunciará el resultado.
Rogelio Rodríguez, un antiguo responsable de la aviación en México, ha dicho que los problemas que han provocado la caída de categoría siguen sin ser abordados. Por ejemplo, la carencia de formación del personal de la Aviación Civil (AFAC). Una fuente de la Aviación Civil, de forma anónima señaló a Milenio que la semana pasada emergieron 20 deficiencias nuevas.
La categoría 2 significa técnicamente que el país incumple requerimientos para controlar adecuadamente a los transportistas, según los estándares mundiales.
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