En apenas un día, la India registró 9 amenazas de bomba a otros tantos aviones, con las consiguientes paralizaciones de las operaciones. Nada menos que 19 amenazas consecutivas en tres días.
Las amenazas están teniendo un gran coste económico porque en algunos casos se han producido con el avión volando, teniendo que ser desviado a otro aeropuerto como ocurrió con el vuelo de IndiGo con destino Riyadh, desviado a Muscat, Omán.
Afortunadamente, todos los casos son falsos, pero lo que no es falso es el problema generalizado en toda la India con las cancelaciones y efectos secundarios de las amenazas que afectan a todas las aerolíneas.
El protocolo que tiene la India para estas amenazas es similar al del resto de los países: se aísla al avión y se desembarcan los pasajeros, si estuvieran a bordo. Se revisa el avión y entonces, si no se encuentra nada, se normaliza la actuación. Pero eso lleva tiempo y dinero.
La policía no ha encontrado ningún patrón común en las amenazas que le permita identificar su origen. En estos momentos hay indicios que apuntan a que no es sólo una procedencia, por lo que podría tratarse de una especie de moda en el país. No hay tampoco ninguna sugerencia sobre si hay motivos detrás de las amenazas que se limitan a informar de la bomba sin acompañar mensaje alguno.
No creo que los casos sean falsos, como reza la noticia.
Las amenazas siempre son reales cuando se reciben.
Porque si fueran falsas, directamente no se tomarían las medidas que sr suelen tomar por la razonable precaución.
Más bien la noticia seria que tras el paso del tiempo, y con las comprobaciones oportunas, se comprobó que la amenaza inicial no podía ser etiquetada como creíble o consistente.
El paso del tiempo es la clave. Nunca tengan prisa para nada, señoras y señores Salvo para abrazar al prójimo, que nunca está de más.
A mí no me abraces
Parece que puede tratarse de alguien o algunos que estén muy muy descontentos con las aerolíneas. afectadas.
Aquí no estamos mucho mejor con otra moda férrea con bombas de relojeria que llegó para quedarse.
Porque el mismo efecto caótico provocan los descarrilamientos de trenes y fallos de todo tipo en la red.
Con los efectos colaterales en los tránsitos de aves bajo el suelo de Madrid por túneles saturados de circulación.
A los ave se les llama aver. A ver si llego.