Modelos, Vaticano y África: así seducen los Hidalgo a políticos y futbolistas

La habilidad de la familia Hidalgo para ganarse la amistad de políticos y futbolistas, dos puntales históricos de su negocio, se ha apoyado en una estrategia diversa para acercarse a ellos, y hacerse con su confianza, que abarca desde las agencias de modelos y azafatas, hasta una fundación con el Papa en el mismo Vaticano, y promocionar al mismo tiempo la solidaridad con África.

Globalia, hoy con Air Europa y antes con Halcón, han tenido uno de sus sustentos en los contratos públicos --Imserso o el CORA-- y en el fútbol, transportando históricamente a la mayoría de equipos de Primera División, y como proveedor oficial de viajes de LaLiga y la Federación, en las dos patas clave de sus ingresos, la del deporte y la de la política, que tuvo como artífice a Juan José Hidalgo, acompañado luego por su hijo Javier.

El método que solían usar para llegar a los personajes clave de estas adjudicaciones era tan dispar que abarcaba a la agencia de modelos --JHG Investments models--del heredero del grupo, con la cual facilitaba congraciarse con estrellas del deporte como Ronaldo Nazario o Cristiano Ronaldo, mientras que para mejorar su imagen política impulsaba en paralelo su participación en fundaciones para la formación como Scholas, o el emprendimiento como Wakalúa, con el foco en regiones como África, según exhibieron en enero de 2020.

Con estos atractivos, unidos a su cercanía con ídolos musicales y del espectáculo, lograron acceder en los entornos de poder público y futbolístico, unido a una fuerte insistencia sobre las máximas autoridades para que les recibiesen, hasta el punto de que provocar que lo acabasen haciendo para liberarse de la presión constante por reunirse.

Así, hasta el Papa Francisco llegó a recibir a los Hidalgo en el Vaticano en 2016, de igual modo que con su patrocinio de premios consiguieron encontrarse con Hillary Clinton, a la vez que recurrieron a lobbies en pleno proceso judicial sobre el fraude con el descuento de residente, donde lograron recibir el apoyo de varios ministros de Justicia, antes de conseguir la ayuda de José Luis Rodríguez Zapatero para que hablase con el presidente venezolano Nicolás Maduro, a fin de cobrar deudas pendientes.