Ni siquiera las aerolíneas que los viajeros consideran más piratas se habían atrevido nunca a vender billetes –y cobrarlos– para vuelos inexistentes que la propia compañía sabía que no iban a volar. Los vuelos de Qantas se publicaban en el sistema, los clientes compraban, pagaban y como era la época del Covid, llegado el momento se cancelaban y no se devolvía el dinero (Qantas admite una sanción por un engaño nunca visto).
La multa aplicada a la desprestigiada aerolínea de bandera de Australia es de cien millones de dólares porque el escándalo es mayúsculo. Nunca antes visto. La Comisión de la Competencia y de Consumo calificó los hechos como “conducta deshonesta”.
La propia compañía, ahora bajo otra dirección, admite que engañó a los clientes al vender billetes de vuelos que no se iban a operar. También reconoce que después se retrasó la notificación de las cancelaciones.
Los vuelos se vendieron entre el 21 de mayo de 2021 y el 26 de agosto de 2023 y las operaciones deberían haber tenido lugar entre el 1 de mayo de 2022 y el 10 de mayo de 2024, afectando a 86 mil viajeros.
Qantas ya había decidido que los vuelos no operarían, pero durante periodos que van de los once a los sesenta y dos días se seguían vendiendo. Los directivos estaban perfectamente al tanto de estar comercializando vuelos que nunca despegarían.
Después esos viajeros entraban en el caótico proceso de reclamaciones que se extendieron durante años.
Por pasiva, aquí en la Santa EU, ponen 100 millones de eur individualmente a Ryan, Vueling, Easy, Volotea por estafa en el equipaje de mano y están recurriendo hasta la próxima glaciación. Mejor pagar abogados que devolver al cliente.
Estás comparando una estafa de venta de billetes de vuelos inexistentes, a una política de equipajes que compañías privadas tienen(se le avisa al pasajero y este acepta estás condiciones). Muy bien!!, vaya tela.