No den por muerta a Air Europa

Hace ahora 31 años que Hidalgo se encontró sin querer, sin buscarla, sin proponérselo, la empresa que acabaría siendo la joya de su imperio turístico: Air Europa. Una aerolínea que se salvó in extremis del derrumbe de su empresa matriz, ILG, y que fue recatada con dinero y apoyo de los empresarios Buitrón (Politours) y Quetglas (Sidetours). 

Hidalgo Acera, dueño entonces de Halcón y de brokers de aviación como ABS, era el principal proveedor de la aerolínea cuando esta se hallaba al borde del abismo. La caída de Air Europa habría arrastrado a la suya.

Con la ayuda de los citados y de un buen equipo, no solo pudo sortear el envite y el embate sino que con la liberación del mercado aeronáutico consiguió situarla como la segunda compañía del país. Se convirtió en una línea regular que contaba, además, con amplia presencia en el chárter.

Hidalgo Acera, quien empezó a ser conocido como Pepe Aviones, se hizo muy famoso en el sector turístico español y poco tiempo después, cuando deja Mallorca y se va a vivir a Madrid, se convirtió en un personaje famoso que alternaba con la familia de la hermana del Rey y se hacía socio de las Koplowitz, entre otros personajes de la jet set.

Juan José Hidalgo adquirió una gran notoriedad en la capital del Reino y no había sarao empresarial y social en el que no estuviese presente. Un currículo llamativo y una particular forma de ser y comportarse contribuyó a su popularidad.

Air Europa se hizo con una buena marca, pero su trayectoria estuvo sazonada de los vaivenes inherentes a un negocio tan especial como el aeronáutico. Además, surgieron durante años discusiones en el seno de la familia.

La aerolínea del empresario salmantino, quien no abandonó otros negocios del sector e incluso llegó a hacer incursiones en algunos tan llamativos como el del apoderamiento de toreros y la venta de futbolistas, vivió con Air Europa momentos en los que alternó los buenos con los malos resultados.

Es entonces cuando los directivos, los socios, los amigos, los proveedores y el entorno dice que tiene ”una flor en el culo”. Un superviviente que suele salir indemne de todas las crisis.

De hecho, su baraka se inició con la compra de la compañía y siempre estuvo de su lado hasta este mes de marzo. Es un hecho demostrado que es un survivor, y no solo con Air Europa (ahí está la operación salida de Oasis y el juicio de Higüey en Dominicana, por citar sólo dos casos).

Esa suerte, esa flor zidanesca, esa gran baraka del desierto, esa pillería innata, esa osadía, esa falta de complejo que tanto le ayudó en su trayectoria parece como si de pronto, toda junta, se haya vuelto en contra de él por la maldita pandemia.

Hay muchos, una inmensa mayoría, que da por muerta a Air Europa. La situación agónica de la economía generada por la crisis hace pensar en ello. Pero Hidalgo Acera se crece ante las adversidades. Pepe Aviones no ha arrojado la toalla y sabe qué trochas sortear —mochila en ristre—para llegar a los salvadores, a los que pueden aliviar la aerolínea.

Arreglar el grupo es otra cosa, otra historia.