Este lunes a las siete de la mañana despegará de Londres Gatwick un avión de Easyjet con destino a Glasgow. Es el vuelo Ezy 883, en una de las rutas internas más rentables de la compañía. Se parece mucho al inicio de sus operaciones, hace 30 años, cuando un vuelo desde Gatwick a Escocia puso en marcha una aerolínea de éxito.
El vuelo 883, sin embargo, no supondrá que los 344 aviones de Easyjet empiecen a operar desde hoy. En realidad, la agenda de vuelos será muy limitada. Ni siquiera entre ciudades como Glasgow y Londres operarán todos los servicios habituales, sino unos pocos. Se trata de recuperar la normalidad desde aquel 29 de marzo en que un vuelo procedente de Tenerife aterrizaba en Gatwick y suspendía totalmente las operaciones tanto de Easyjet Gran Bretaña, como de Easyjet Suiza, como de Easyjet Austria.
Los precios de estos pocos vuelos son inicialmente bastante más caros que lo habitual, hasta que se normalicen los servicios.
Además de vuelos interiores, Easyjet operará con cierta intensidad a y en Francia, a y en Italia, y también a y en Alemania, países en los que tiene una poderosa infraestructura. En cambio, en Gran Bretaña la operativa será más limitada. A España, apenas operará algunos vuelos a Barcelona, debido a que tanto en Gran Bretaña como en España los viajeros deberán pasar por una cuarentena al tocar tierra.
Siguiendo las nuevas normas, los viajeros deberán usar mascarillas, tanto en el aeropuerto, como en el embarque, como a bordo. Sólo los niños de menos de seis años y quienes muestren una indicación médica de que no pueden usar mascarillas, serán autorizados a embarcar.
Siguiendo las directrices del gobierno, Easyjet pide los viajeros que facturen el equipaje, incluso el de mano. El personal de cabina no ayudará a poner las maletas en los maleteros, si el pasajero finalmente sube con una pieza.
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