Todos los países que integran la Unión Europea exigirán a partir del final de 2022 a los británicos que rellenen un impreso online denominado European Travel Authorisation and Information System (Etias) para poder visitar la Unión Europea, incluso por un día, incluso para hacer turismo.
Controles similares se aplican en Estados Unidos, Canadá y Australia para quienes no necesitan visado. Los británicos que deseen estar en Europa hasta los tres meses no necesitarán visado pero, a diferencia de lo que sucede ahora, tendrán que rellenar este impreso a raíz del cual podrían ver cómo se les deniega el acceso. Hay una ventaja: rellenado este impreso, si el viajero tiene la autorización, esta podría durar hasta tres años.
Europa podría denegar el acceso a toda persona que considere un riesgo para su seguridad. El que presenta la solicitud podría verse obligado a acudir a una entrevista con las autoridades. Los británicos quedan al nivel de los americanos pero también de los georgianos o de los montenegrinos.
Es de imaginar que a nivel de turistas, las agencias y los intermediarios del mercado se encargarán de este trámite que no debería suponer un obstáculo. Actualmente, al margen de este trámite, todo viajero que suba a un avión que haga un vuelo internacional en la Unión Europea verá cómo la aerolínea se ve obligada a remitir la información a las autoridades de fronteras del país destino del vuelo, aunque no consta que allí haya controles.
Y, ¿dónde está el problema?, cualquiera que hay viajado a los Estados Unidos, Canadá, Australia o Sri Lanka, sabe que rellena los datos online que le piden con un mínimo de antelación, paga lo que corresponde y casi automáticamente tiene el documento en su correo electrónico. Y voilà, ya sabe todo de usted antes de que ponga pie en un avión y mucho antes de llegar y como sucede en los USA queda uno "fichado" para los próximos 75 años, si no me falla la memoria. Si no quieres estar fichado de por vida, te quedas en casa y si no ya sabes que hay que pasar por el aro.