Otro día de colapso en Schiphol, por la policía

Los viajeros que acudieron este sábado al aeropuerto de Schiphol, en Ámsterdam, tuvieron que hacer frente a colas interminables. Esta vez el culpable no fue el personal de control de equipaje de mano, que depende del aeropuerto, sino los policías de la Marechaussee, el cuerpo estatal que controla las fronteras. La razón del problema es aún más sorprendente: una súbita e inesperada oleada de coronavirus entre los policías (El aeropuerto de Ámsterdam, instalado en el caos total).

Según un portavoz de Marechaussee, los problemas fueron mayores en el turno de mañana, y se fueron reduciendo durante la jornada (Holanda se rebela contra el nuevo límite en Schiphol).

Los viajeros, como ya es habitual, vertieron su frustración en Twitter, quejándose del tiempo necesario para entrar o salir del aeropuerto. En este segundo caso, las maletas se amontonaron en las cintas. No es posible entender por qué ocurre esto cuando una parte importante de los controles ya se llevan a cabo con máquinas electrónicas.

Varias fotos de los viajeros muestran largas colas serpenteando a través de las estanterías de vinos, chocolates y perfumes de las tiendas libres de impuestos.

El portavoz de Marechaussee explicó a los medios locales que “es un día muy ajetreado y estamos haciendo todo lo posible para manejar el flujo de viajeros con el equipo reducido que tenemos”. "Pero no hacemos concesiones a la seguridad".

El aeropuerto indica que el tiempo de espera para el paso por los controles de equipajes de mano es de aproximadamente una hora, lo cual tampoco es muy tranquilizador. En los últimos meses, la escasez de personal de seguridad provocó regularmente muchas multitudes en Schiphol.