Pedro Sánchez: Globalia y Cataluña serán su legado

Pedro Sánchez afronta estos días los dos temas que probablemente más marcarán su legado, como son el de la posible presidencia de la Generalitat para Salvador Illa y el desenlace de la integración entre Iberia y Air Europa, donde también influye que Begoña Gómez esté investigada ante el rescate récord a Globalia (Air Europa: el juez que investiga a Begoña presiona para saber detalles del rescate).

El presidente del Gobierno se apuntaría su triunfo más trascendente si el PSC arrebata al independentismo la cabeza del gobierno autonómico, casi siete años después de que declarasen su ruptura con el resto de España, y que pidiesen una democracia que les ha acabado relegando a la minoría en votos y escaños.

El órdago secesionista de octubre de 2017 supuso la mayor crisis existencial para España en muchas décadas, y Pedro Sánchez, aunque con medidas tan polémicas como indultos, amnistías o cesiones fiscales y económicas, puede haber servido al país para desarmar al enemigo de mayor repercusión internacional.

Los poderes del Estado pueden estar esperando a que se despeje la incógnita de la Generalitat para, una vez resuelto, redoblar ahora sí a fondo las causas judiciales sobre la cónyuge del líder del PSOE e igualmente sobre su hermano músico con su particular periplo entre Badajoz y Portugal.

Begoña Gómez está imputada por una presunta corrupción y tráfico de influencias en varias de sus actuaciones, con infinidad de pruebas que han visto la luz en cuanto a sus contactos con los dueños de Air Europa justo cuando se negociaba su rescate, o con el comisionista reconocido por la aerolínea, Víctor de Aldama (Las reuniones secretas de la mujer de Sánchez con los Hidalgo en pleno rescate).

Otros casos son el de su carta de recomendación a Carlos Barrabés, luego beneficiado con millones de subvenciones públicas, y con quien se reunía junto al presidente del Gobierno en el Palacio de la Moncloa, en un proceder similar al que mantenía con los responsables de la Universidad Complutense, cuya concesión de una cátedra aparece repleta de irregularidades.

Aunque se haya intentado desacreditar al sindicato denunciante por su ideología, pese a ser el mismo que llevo a la Infanta Cristina al banquillo, el centro universitario, una de las cunas históricas de la izquierda española, ha reconocido todas las anomalías, como las del registro de un software con lucro personal de la investigada.

El político socialista ha venido recibiendo el apoyo incondicional de los medios que se reconocen izquierdistas, aún defendiéndolo por encima de que entre sus iniciativas hayan ido en sentido contrario a su ideología, como el apoyo a Marruecos en detrimento de las proclamas del Sáhara, o como favorecer al territorio más rico en perjuicio de los más pobres, o como allanar que el poder adquisitivo medio haya bajado ante el crecimiento menor de los salarios respecto al de la inflación.

Las decisiones de Pedro Sánchez evitaron la quiebra del mayor grupo turístico español con su medida de rescatar a Air Europa y también a Ávoris, del Grupo Barceló, cuyo accionista es uno de los más significados apoyos del PP, aunque pese a ello se haya beneficiado de concursos públicos como el de los viajes del Imserso o el de Correos, de modo similar que puede decirse sobre Amancio López de Hotusa, y el préstamo público que recibió de la SEPI.

El presidente del Gobierno salvó el patrimonio de la familia Hidalgo, que ahora tiene otra prueba de fuego en que Iberia pueda absorber a Air Europa, para lo cual será determinante la presión que el Ejecutivo pueda ejercer sobre Bruselas para persuadirles de que el organismo comunitario puede ser culpado --con Margaret Vestarger a la cabeza-- en el caso de que la aerolínea de Globalia agonice, ante la falta de alternativas realistas para su futuro (Bruselas se arriesga a ser culpada si Air Europa agoniza sin Iberia).

Pedro Sánchez tuvo en la bonanza turística un factor más que clave para revalidar hace un año la mayoría de su bloque de la investidura. El país disfruta de una pujanza económica gracias al gran sector que más ha despreciado su Gobierno, al excluirlo de un PERTE y privarle de ayudas directas durante la pandemia a diferencia del resto de potencias (Escarrer: “En turismo no hay un PERTE, y eso es un error”).

La Guerra en Ucrania y el veto a los rusos en Europa desvió a sus viajeros eslavos hacia Turquía, lo que ha provocado que alemanes o británicos quieran evitar coincidir con ellos en sus desayunos en los hoteles, y vengan desde entonces eligiendo España en masa para sus vacaciones. Así, están haciendo del país como la gran excepción en su clima económico de entre las grandes potencias continentales.

Por lo tanto, el auge y caída del mandatario socialista puede vincularse a la crisis que generó Cataluña sobre Mariano Rajoy, unido a las conclusiones judiciales de corrupción, y a un escenario con los mismos temas de actualidad hoy en su caso.

Carles Puigdemont, en el caso de que Salvador Illa fuera investido presidente catalán y con ello amenazase su carrera política, puede dejar de verle utilidad alguna a su apoyo a Sánchez, unido a que el clima en torno a la permanencia del líder del PSOE pueda generar aún más descrédito una vez sigan destapándose más casos sensibles y pruebas en su círculo más íntimo, tras repudiar a José Luis Ábalos.

Cataluña y Globalia, con Salvador Illa y Juan José Hidalgo como protagonistas, afrontan así el papel más determinante en cuanto el legado de Pedro Sánchez, tras una era de llenar de sus partidarios a instituciones como la Fiscalía, el CIS o RTVE.

Por ello, casi todo queda ahora ya en manos de la votación interna de ERC para que aprueben el apoyo al PSC para que presida la Generalitat, y de que el inquilino de la Moncloa logre apuntarse el tanto de haber desbloqueado en Bruselas el salto que España necesita en su hub principal para que Barajas pueda competir con los grandes del continente como los de Frankfurt, París o Ámsterdam.

El poder sobre la Comisión Europea que demuestre Pedro Sánchez en este asunto se revelará determinante para la continuidad de la legislatura, en el sentido de exhibir que la fuerza del decisivo apoyo que ha venido recibiendo de Úrsula Von der Leyen va a mantenerse, o en el caso de que se perciba ya sin tanto respaldo, sus socios de investidura le vean ya irreversiblemente debilitado, con la fiscalía comunitaria redoblando su acecho sobre él, y sin serle ya de utilidad para causas como la independentista de Junts.